Las bajas lastraron a Unicaja en Badalona en el último partido del grupo H del Top 16 de la Eurocup. Los de Luis Casimiro aguantaron el tipo hasta el último cuarto. La ‘Penya’ aprovechó la falta de fondo de armario de los cajistas para, liderados por un gran López-Arostegui, llevarse su último encuentro continental del curso. Brizuela fue el mejor de los cajistas donde también brilló el canterano Pablo Sánchez. Los malagueños se medirán al Reyer Venezia, segundo del grupo F, en un duelo que estará protagonizado por la crisis del coronavirus y que amenaza con una serie a de cuartos de final a puerta cerrada.
Unicaja saltó al Palau Olímpic sin complejos en un partido donde los malagueños ya tenían el factor cancha asegurado para cuartos de final, no así para las otras rondas, y el Joventut buscando defender la honra ante los suyos. Los de Casimiro comenzaron fuertes con cinco puntos consecutivos de Leon Thompson, ya recuperado de su proceso viral. Los de casa contestaron con rapidez Harangody y Dimitrijevic. Melvin Ejim, otros de los recientemente recuperados, se sumó desde la pintura acompañado por Brizuela y Waczynski para Unicaja fuese por delante todo el primer cuarto. Fue en la última jugada cuando Joventut consiguió ponerse por delante gracias a un triple de Albert Ventura. Una última posesión brillantemente gestionada por el cuadro de Badalona, (17-16).
Con otro triple de López Arostegui se abría el segundo cuarto. Joventut estaba mucho más enchufado y la ventaja pronto se fue hasta los seis puntos gracias a Kanter. Fue el momento en el que Unicaja empezó a mover su escaso banquillo. Waczynski frenó la sangría desde la línea de tres para despertar a los cajistas en este segundo tramo. Elegar no podía con Kanter en la pintura y los de Carles Durán percutían una y otra vez. Josh Adams, hospitalizado por gastroenteritis hasta ayer, no encontraba la batuta del equipo y Unicaja sufría para anotar. La entrada de Pablo Sánchez, uno de los dos canteranos en la lista del club de Los Guindos, resultó un soplo de aire fresco en el ataque del Unicaja. El joven jugador asistió y anotó para meter a los suyos en el encuentro. Ejim y Brizuela se sumaron a la iniciativa para que los malagueños acabasen por delante al descanso, (37-39).
Unicaja salió mejor a la pista tras el descanso. Darío Brizuela seguía manejando los hilos del ataque de los de Casimiro y Waczynski se unía a la fiesta con su constante goteo de triples. Kanter no dejaba que el marcador se fuese mucho mientras que Adams se iba al banquillo con cuatro faltas quedando dieciséis minutos de partido. Un nuevo triple de Brizuela llevaba la ventaja hasta los siete puntos en el ecuador del tercer cuarto. López-Arostegui le echó un pulso a la Mamba Vasca para volver a poner el electrónico en tablas con varias acciones ofensivas de mucho acierto para la ‘Penya’. Pablo Sánchez seguía dando pinceladas de calidad en los minutos que Casimiro le iba dando. Los malagueños también terminaban por delante en un tercer cuarto muy anotador, (67-70).
Los primeros minutos del último cuarto volvieron a dar la vuelta a la sartén. Una canasta a aro pasado de Dimitrijevic, junto con dos anotaciones más de Stevic y Harangody pusieron a los catalanes por delante de nuevo en el marcador. Brizuela seguía tirando del carro de los cajistas pero la defensa de los de Casimiro hacia agua y no permitía a los malagueños recortar distancias. Prepelic recogía el testigo anotador de su equipo y se erigía protagonista con antideportiva incluida. La cosa se calentaba en la pista y Unicaja se desconectaba demasiado atrás. La falta de físico condenó finalmente a Unicaja cuya imagen al final del partido con varios jugadores tocados, entre ellos Adams con algo serio, fue el ejemplo claro de la situación que tiene. Se espera que mañana el equipo malacitano pueda cerrar el fichaje de Gal Mekel, base israelí del Reggio Emilia, que firmará hasta final de curso. (101-86)
