No pudo ser. Unicaja no pudo competir ante un Dijon muy diferente al que vimos en el Carpena hace unos días. Nada que ver este equipo al que compareció el pasado sábado en Liga Endesa: muy poca intensidad para lo que exigía un choque de estas características, sin la fortaleza mental necesaria para completar la remontada en la segunda parte. Un constante querer y no poder, y otra derrota que se suma como visitante.
Un Dijon mucho más intenso que Unicaja desde el balón al aire, gracias a un Gavin Ware imperial y comandando el ritmo de los locales. 11-2 de parcial de salida, los malagueños sin ideas para hacer daño a la defensa francesa, y el pívot americano de los locales sin oposición alguna. Los cajistas conseguirían rehacerse a la avalancha francesa gracias a su columna vertebral más fiable en estos últimos encuentros: Bouteille y Norris Cole. Neutralizar las acometidas de los galos se había cumplido (13-10). Los que vestían de blanco ya tenía otra pausa, pero se seguía jugando al ritmo que le convenía al conjunto dirigido por Nenad Markovic: mucha intensidad defensiva y provocar la ansiedad de un Unicaja, al que le costaba sentirse cómodo; un abuso del lanzamiento de tres puntos y pocas ideas en la pintura. Loum, otro interior con un gran poderío físico, también le haría mucho daño a los visitantes en los últimos compases del primer periodo, que acabaría 21-15. Era momento de remangarse y darle la vuelta a un escenario difícil, el Dijon estaba demasiado como pez en el agua sobre el parqué.
El segundo cuarto no podía empezar mejor para los malagueños: triples de Brizuela y Francis Alonso para poner el empate en el marcador; la mejor noticia hasta el momento estaba siendo el resultado. Sin embargo, los franceses gracias a tres jugadores: el pequeño base Holston, de 1,73 metros de estatura y los grandes Ware y Loum; le seguirían provocando un destrozo a la defensa malagueña. 27 de los 29 puntos de los locales, después de quince minutos de partido, llevaban el sello de dicho trío. Una suspensión de Ducoté obligaría a Katsikaris a parar la sangría gala (36-26), con un Gavin Ware excelso, un jugador que se quedó en dos puntos en el partido del Carpena y hoy ya llevaba 16. Dos canastas de Jaime bajarían la desventaja hasta los seis puntos, pero el móvil interior de Dijon estaba imparable, la conexión con Holston, un clínic de baloncesto ante un Unicaja superado y sin capacidad para poner en aprietos a estos dos jugadores. Llegábamos al descanso con un +15 para los locales (47-32). Gavin Ware ya estaba con 20 puntos y 5 rebotes después de dos cuartos, mientras que Holston sumaba 16 y 6 pases de canasta. Más puntos entre ambos que todo el conjunto visitante. Una primera mitad con una clara diferencia de intensidad, recordemos que la primera plaza del grupo estaba en juego.
Los triples de Abromaitis y Bouteille daban alas a los malagueños para iniciar la machada tras la reanudación, tocaba defender e igualar esa intensidad. La diferencia después de tres minutos seguía siendo de diez puntos (50-40); la remontada estaba en encadenar un par de buenas aciones en ambos lados de la cancha. Ya se encargaba Brizuela con otro lanzamiento de tres, a seis y un parcial de 3-12 en el tercer cuarto. Intercambio de canastas y con la entrada de actores secundarios: buenos minutos de Michael Eric para aportar esa contundencia necesaria para llevarse el triunfo de Dijon. Pero era un querer y no poder, un parcial cortado por los locales y vuelta al +9, a falta de dos minutos para irnos al último cuarto (58-49). Los tiros libres daban aire a los galos y un 60-49 con diez minutos por jugar. Pese al gran esfuerzo de los malagueños, la diferencia seguía siendo amplia.
Solo se salvaba Brizuela, el alero vasco intentaba echarse el equipo a las espaldas, pero el Dijon conseguiría aumentar la ventaja (66-52), gracias a una buena canasta de Ducoté y obligar a Unicaja a obrar el milagro. Sin iniciativa, ni ideas y un +17 a falta de cuatro minutos (72-55). Una mala imagen del conjunto de Katsikaris, con poca capacidad para competir ante un Dijon que sigue invicto esta temporada en su feudo. Un 78-68 maquillado al final y un nuevo mix de dudas. Se esperan unos días complicados en Los Guindos, hay poco tiempo para el duelo. El sábado tocará vérselas con el Fuenlabrada en competición regular.