La radio que vive el deporte charló con Margarita del Cid, vicepresidenta de la Diputación de Málaga, sobre las palabras y declaraciones de Alberto Garzón y Gabriel Rufián acerca del turismo del país y más cuestiones.
Comenzó ‘disparando’ contra el malagueño y sus afirmaciones que han levantado ampollas en el sector turístico: «Estupefacción se queda corto. Málaga ha sido muy generosa siempre con Garzón. La ideología le ciega en su forma de comportarse y no ha estado a la altura de Málaga y España como principales potencias turísticas. Es la peor forma de despreciar a alguien, ningunear el trabajo del otro«.
“En las manos en la que estamos lo lógico no tiene cabida. Tenemos una ministra que hablaba de fechas donde se puede trabajar sin ningún conocimiento. Es importante que cuando hables seas creíble y la gente esté tranquila. Pido que dejen de hablar de turismo si no saben lo que tienen entre manos, desconocen el tejido productivo del país. Quiero reflexión, que se tenga las normas sanitarias claras. Los españoles necesitan un gobierno que lidere y capitanee. Esto es una vergüenza y espero que los ministros que aún siguen con cordura tomen las riendas», afirmó la vicepresidenta de la Diputación.
España, y Málaga concretamente, viven en gran parte del turismo, por lo que resulta extraño las palabras de Garzón: “Protestan porque el turismo le parece mal, supongo que le dará igual cómo se genera dinero. Solo hablan con supuestos modelos para mantenerse donde están. Málaga saldrá adelante por los empresarios, camareros, limpiadoras. Por eso saldremos adelante por todas estas personas. Garzón y Rufián no colaborarán”.
“Si nos convertimos en un país donde el mérito queda aparcado, podemos estar en riesgo, pero espero que no. La gente quiere salir y trabajar, que los hijos crezcan en libertad. Intentan amordazarnos y estamos reaccionando, no permitiremos que el futuro esté en manos de estas personas. Hay que luchar por la pandemia, pero sin renunciar a nuestras libertades, no podemos bajar la guardia”, finalizaba sobre el riesgo a una España subsidiaria.
