Por mi ideología de centro derecha y mi afiliación al Partido Popular, aún tenía las siglas de AP, desde el año 1.989, que nunca he ocultado a nadie por otra parte, me llena de orgullo y satisfacción que todo aquello que vaticiné y comenté al protagonista de este artículo en su día, se cumpliese casi al dedillo. Ya sé que en los tiempos que corren significarse ideológicamente, y más sino es con la extrema izquierda de este país o los movimientos sectarios además de los medios de comunicación que la ensalzan, es un riesgo innecesario. Sin embargo, en mi caso, que creo firmemente en el Estado de Derecho, en nuestra Constitución y en nuestra joven pero madura democracia, además de en la separación de poderes, o sea en la justicia y la defensa de España por nuestro ejército, nada temo al escribir estas líneas, y mucho menos a mis años.
Considero que nuestros abuelos y padres, con sus lógicos errores, protagonizaron una transición modélica con Adolfo Suárez, nuestro Rey D.Juan Carlos I, Manuel Fraga, Santiago Carrillo y Felipe González, entre otros ilustres como Landelino Lavilla, etc; y en consecuencia quien nada esconde, nada teme. Añado a ello que en los medios que dirijo tengo más que demostrado que todos los políticos de diferentes ideologías, creencias y opiniones se han expresado estos últimos 22 años libremente y sin sectarismo alguno.
Ni presentar dos mítines de José María Aznar en La Malagueta, ante miles de personas. Ni entrevistarle el día antes del Congreso de la Refundación del partido en Granada, para la Cadena COPE en el Parador de Golf de Málaga. Tampoco mis entrevistas a grandes deportistas, políticos, escritores, periodistas, artistas, etc. Lo que nunca olvidaré será mi vaticino a Elías Bendodo Benasayag, hace ya más de década y media, de que sería el líder del Partido Popular de Málaga cuando sólo era Concejal de Deportes del ayuntamiento malagueño. Por aquel entonces, junto a mi buen amigo Antonio J. López Nieto, hoy presidente del Unicaja de baloncesto, le dieron la vuelta al deporte malagueño y sus instalaciones del fútbol base, entre otras brillantes decisiones. Y esto no es opinión sino realidad palmaria. Recuerdo ese día como si fuese ayer.
En una divertida tertulia en nuestra emisora en la ya desparecida Pizza Pino del Paseo Marítimo de mi gran amigo y mejor persona Gerard Sfez, que por desgracia ya no sigue entre nosotros aunque nos sigue cada día desde su tribuna celestial. Cuando le comenté a Elías Bendodo que sería el hombre fuerte de nuestro partido casi le da un espasmo, no porque pensara lo contrario sino por mi ocurrencia y en los momentos de tensión interna que sufrían los populares en aquellos momentos.
No se equivoquen, no me llena de orgullo mi predicción superada con creces por el protagonista, cada uno tiene su ego y quien diga lo contrario en el periodismo miente. Lo que me satisface como miembro del Partido Popular es que Elías Bendodo fuese capaz de asumir la difícil tarea de unificar a las diferentes familias de los populares malagueños dentro del partido, para luego desarrollar un proyecto de credibilidad, seriedad y crecimiento político sin precedentes en Málaga y su provincia.
El principal logro de Elías Bendodo no ha sido, que también, su buena gestión en el Ayuntamiento de Málaga, o su inigualable presidencia en la Diputación Provincial, ni llegar a ser Consejero de Presidencia en la Junta de Andalucía, ni tan siquiera ser hoy el portavoz a nivel nacional del PP, ni los otros muchos logros que espero siga protagonizando. Todo eso es la consecuencia de lo principal: “reconstruir y desarrollar» un Partido Popular a la deriva electoralmente hablando en muchos municipios de la provincia, tanto del interior como de la Costa del Sol Occidental y Oriental, con lo que se ganó el respeto del electorado malagueño y de la ciudadanía logrando derrotar en sus bastiones al PSOE y a IUCA.
El legado que deja Elías Bendodo, es un decir porque seguro que se mantendrá atento a todo lo que ocurre en Málaga y Andalucía, es extraordinario. Pensaba ponerle nombres y apellidos a la cualificada cantera popular que deja en el partido malagueño para que siga cosechando éxitos, pero ante el más que probable riesgo de olvidarme de olvidarme alguno he preferido generalizarlo. Desearle suerte para que pronto, por el bien de los españoles, esté gobernando junto a Feijóo nuestro país. Si lo hace con la mitad de acierto con el que ha dirigido a los populares malagueños y ha gobernado en la Junta de Andalucía será muy bueno para nuestro país y sus ciudadanos. En la vida, como en el deporte, se gana o se pierde, pero lo importante es no dejar de vivirla nunca.
¡Carpe Diem!, amigo Elías y que tu suerte sea la de España que nos irá bien a la mayoría.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.
