El municipio de Istán se prepara para celebrar una de sus fiestas más significativas, El Paso, los días 28, 29 y 30 de marzo. Se trata de una representación declarada de Interés Turístico Nacional en Andalucía y de Singularidad Turística Provincial por la Diputación de Málaga que muestra la muerte y resurrección de Jesucristo. Tendrá lugar en varios días: el Jueves y Viernes Santo a partir de las 17:00 horas y el Sábado a las 21:30 horas. Se espera que pasen alrededor de 2.000 personas durante los tres días en los lugares de celebración que serán el jueves en el polideportivo municipal, el viernes en este lugar y al pie de Sierra Blanca y el sábado en el polideportivo de nuevo.
El vicepresidente de Cultura, Educación y Juventud, Manuel López Mestanza, ha presentado este evento cultural junto al alcalde de Istán, José Miguel Marín y el director de escena Manuel Salas.
López Mestanza ha destacado la antigüedad de esta representación, que se remonta al siglo XVII.
En la representación participan cada año más de un centenar de vecinos que escenifican en vivo pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Este año, ‘El Paso de Istán’ vuelve a contar con una banda sonora original realizada por el compositor malagueño Antonio Meliveo, y la dirección artística estará a cargo del actor y director Manuel Salas.
López Mestanza ha destacado “la autenticidad” de esta representación que “es vivida al máximo por sus vecinos, con un impacto emocional en los creyentes muy importante”. Asimismo, ha puesto en valor este evento cultural como foco de atracción de turistas al municipio durante los días de la representación.
Por su parte, el alcalde, José Miguel ha destacado la antigüedad de esta representación, que se remonta al siglo XVII, cuando los vecinos de la localidad comenzaron a representar los últimos días de la vida de Jesús en la plaza del pueblo contando con dos personas que cantaban las letras y algunos actores que usaban máscaras. Aunque fue suspendida durante los años de la Guerra Civil, esta tradición no llegó a desaparecer nunca y en 1980 se retomó para continuar hasta la actualidad, “aprovechando el boom de Jesucristo Superstar, ya con actores que interpretaban sus papeles junto a una narradora”. Por su parte, Manuel Salas, ha destacado que los actores cada año interpretan el mismo papel enriqueciéndolo.
En la actualidad, cuenta con escenificaciones en vivo de pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento que culminan con la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo. Se trata de una tradición muy respetada, mimada y popular que cuenta con la colaboración de todo el pueblo, hasta el punto de que el número de personajes supera la centena cada año.