El consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, ha cifrado en unas 2.000 las hectáreas afectadas por ahora por el incendio declarado este pasado miércoles en Pujerra (Málaga) y que afecta también a otros municipios malagueños de Benahavís, donde se ha desalojado el casco urbano, y Júzcar.
En declaraciones a los periodistas en el puesto de mando, Bendodo ha señalado que lo más positivo es «que prácticamente no hay viento y eso ayuda el trabajo en tierra», pero lo negativo es la existencia de la inversión térmica, que supone que aumente la temperatura con la altura, lo contrario a lo normal, y se genere una nube de humo que ha impedido trabajar en las últimas horas a los medios aéreos.
Unos 1.000 efectivos de distintos organismos trabajarán durante la jornada de este jueves en las labores de extinción, seguridad y coordinación en el incendio, declarado sobre las 15.04 horas en el Paraje de la Resinera y que afecta actualmente a los municipios de Pujerra, Júzcar y Benahavís. Primero se activó el nivel 1 y posteriormente el 2.
Bendodo, que ha comparecido junto a la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, y al coordinador del operativo de extinción del Infoca, Juan Sánchez, ha señalado que la noche «ha permitido una ventana de oportunidad, porque se ha podido trabajar en algunos flancos».
Al respecto, Juan Sánchez ha apuntado que durante la madrugada los trabajos se han centrado en el perímetro y ha señalado que en la parte inicial del fuego, que es «la más complicada por las grandes pendiente», está previsto «un ataque mixto» que no se podrá hacer hasta que los medios aéreos puedan volar.
Ha explicado que siempre hay «dos o tres planes a la vez» de extinción para que «cuando la previsión cambia, poner en marcha el plan aconsejado para el momento», descartando que sea un fuego de sexta generación, como ocurrió con el de Sierra Bermeja de septiembre de 2021, porque la situación del monte ahora «no tiene nada que ver» con la de ese momento.