Tras nuestro reciente encuentro en París, con motivo de la defensa de la candidatura de Málaga como sede de la Exposición Internacional del año 2027, me permito enviarte esta carta para trasladarte un problema que está generando gran preocupación en nuestra provincia y en todo el sector turístico y empresarial de la Costa del Sol. Me refiero a la grave pérdida de competitividad de la línea de Alta Velocidad (AVE) entre Madrid y Málaga, que se traduce en menos frecuencias, peores horarios y mayores precios para los billetes. Precios de alrededor de 200 euros para el billete de ida y vuelta que han dejado de ser competitivos con el avión e incluso con el vehículo privado, ambos modos de transporte mucho más contaminantes.
Sin ánimo de caer en el sentimiento de agravio, no entendemos que mientras que la conectividad de Málaga con Madrid se mantiene en sólo 9 frecuencias de AVE, muy lejos aún de las 14 conexiones diarias anteriores a la pandemia, Renfe programe cada día 21 frecuencias de trenes entre Madrid y Barcelona, 17 entre Madrid y Valencia y 12 entre Madrid y Alicante, especialmente cuando las dos primeras ciudades cuentan además con el servicio de bajo coste de AVLO y, por lo tanto, con oferta adicional de trenes.
No se trata sólo de que la Costa del Sol sea uno de los principales destinos turísticos de nuestro país y esté abierto los 365 días del año. Nuestra inquietud por esta degradación de la conectividad va más allá del impacto turístico, porque también supone un grave perjuicio a nuestra población, a nuestras empresas y a nuestra actividad económica.
En los últimos años, y especialmente con la pandemia, el teletrabajo ha empujado a miles de trabajadores de toda España, pero especialmente de Madrid, a desplazar su residencia habitual a nuestra provincia. El despegue tecnológico de Málaga, con la implantación de numerosas sedes de multinacionales como Google, Vodafone, Globant, EY, Oracle o Accenture, entre otras muchas, también ha fortalecido esa movilidad. Esta afirmación está respaldada por los propios datos del INE. Málaga ha sido, por segundo año consecutivo, la provincia española que más población gana, y las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística cifran en alrededor de 110.000 personas el aumento de población previsto de aquí a 2030 en nuestra provincia.