Con la décima plaza de la Liga Endesa casi imposible, el Unicaja solo podrá entrar en Europa mediante los despachos. Un fin de semana que arrancó mal el pasado sábado con el tropiezo ante el Baskonia y no ha podido acabar peor este domingo. Todos sus rivales directos cumplieron: Bilbao Basket se impuso en Zaragoza (80-82), y una canasta de Quintela dio la victoria a Breogán en Gran Canaria (84-86). Los malagueños se quedan a tres victorias de los bilbaínos, mismas jornadas que restan, aunque los cajistas con un partido menos.
Ahora deberá negociar con la FIBA para mantener su plaza europea para la temporada que viene. En circunstancias normales, sería difícil porque la competición exige unos requisitos deportivos para entrar. Pero la coyuntura del próximo curso, con la incógnita de si va a contar con participantes rusos, podría dejar a la ACB una plaza más para la BCL; o bien tratar de agarrar alguna wild-card que otorga la organización. Poco o nada se puede planificar en Los Guindos hasta saber si habrá partidos entre semana en el Carpena. Todo está en el aire, a la espera de que FIBA alce la voz.
Aún con dos semanas de competición y ya poco en juego, el Unicaja no ha cumplido tampoco el objetivo de este final de temporada. Los de Ibon Navarro viajarán a Burgos esta semana, una final para los del Coliseum si quieren seguir en Liga Endesa. El pinchazo del sábado deja lo deportivo en un segundo plano: ahora todas las energías de los malagueños deben centrarse en convencer a la BCL.