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Tryggvi Hlinason: el ‘pastor’ del Surne Bilbao Basket

Jugador de baloncesto durante la temporada... ¡y pastor en los veranos en Islandia!

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Hlinason celebra una canasta ante La Laguna Tenerife en el duelo que les enfrentó en la presente temporada // Foto: acb photo (Emilio Cobos)

Según la RAE, el pastor es aquella persona que guarda, guía y apacienta el ganado, especialmente el de las ovejas. Eso extrapolado a un equipo deportivo podría definirse como el líder dentro del campo. Y Tryggvi Hlinason lo es en el juego interior del Surne Bilbao Basket de Ponsarnau. Un pívot de 2,15m que está en un promedio de 9 puntos y 6,6 rebotes y que llega a los 16 puntos de valoración por encuentro en Liga Endesa. Un jugador que es de los más carismáticos de la ACB y que este sábado a partir de las 18:00h será rival del Unicaja en Miribilla. Sobre todo por su historia personal en su país de origen, ya que… ¡Hlinason es pastor de ovejas en Islandia!

Nacido en Akureyri en 1997. Un jugador que las vacaciones las pasaba con las ovejas que tiene en un remoto lugar de Islandia. Su inicio de carrera fue muy peculiar, ya que no empezó a jugar al baloncesto hasta que tenía… ¡16 años! Cada verano se marcha a cuidar de sus ovejas. De hecho, lo sigue haciendo en la actualidad incluso formando parte del baloncesto profesional. Así lo aseguró en un documental realizado por la ACB el pasado mes de abril.

Mis compañeros estarán en la playa y yo aquí, trabajando 12 o 13 horas, pero a mí me encanta”, aseguraba en el documental. El año que cambió su carrera fue el 2017. Hasta ese año, Hlinason jugaba en el equipo de su ciudad, en el Akureyri. Es cierto que el equipo le pillaba lejos de su casa. De hecho, así lo explicaba Rafa Martínez cuando decidió viajar a Islandia para convencerle de que fichara por el Valencia Basket. “Al fondo de un largo camino en carretera, uno se encuentra una casa… la única de hecho”, y esa única casa era la del actual pívot del Surne Bilbao Basket.

Cuando era joven mi vida era la granja. Iba al colegio que estaba a una hora en coche y cuando volvía, dejaba la mochila en el suelo, me cambiaba de ropa y salía fuera y estaba fuera todo el día. No era como los niños que empezaban a jugar al baloncesto desde que eran pequeños”, explicaba el pívot en el documental. Cuando decidió estrenarse en el mundo de la canasta a los 16 años nunca dejó de lado su casa. De hecho, aprovechó para formarse como electricista. Lo hizo porque su casa, a diferencia de la prácticamente totalidad de hogares de Islandia, no estaba conectada al sistema estatal islandés, sino que producía la electricidad a través de un sistema hidráulico, que con agua de río, la genera.

En el momento en el que Valencia se interesó por él en 2017, su familia no dudó en ningún momento sobre qué debía aceptar la oferta. Aunque él quería formar parte de la vida en la granja. Pero aceptó la oferta de forma muy natural. Como el que dice que sí a jugar una pachanga. La aceptó con total normalidad y le dijeron que en un mes tenía que estar en España para jugar en el equipo taronja. Fichar por un equipo español no le privó de seguir ayudando en su granja.

De hecho, en la actualidad, cada verano se marcha a su granja. Jugador de baloncesto durante el curso y ganadero en verano. Cuida de sus ovejas, cuatro caballos y un perro pastor llamado Saesar. Una vida rural islandesa a la que su familia se dedica en cuerpo y alma y que para él es todo. Un jugador único. Una historia de otra época.

Él es Tryggvi Hlinason: el ‘pastor’ del Surne Bilbao Basket.

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