Con las opciones coperas esfumadas, salvo milagro, el Unicaja afronta la segunda mitad de curso con el objetivo de entrar en playoffs, difícil ante la gran igualdad en esa zona media de la tabla, más apretada que nunca. El margen de error es mínimo; es cierto que aún resta toda la segunda vuelta, pero viendo los resultados de otras temporadas los cajistas están obligados a sumar muchas victorias de aquí a mayo.
Los de Katsikaris suman siete triunfos a falta de un partido, el de Miribilla, para llegar al ecuador de la competición. Un balance muy pobre para pensar que este equipo aún pueda salvar el año en ACB. Y echando un vistazo a las victorias que han necesitado los equipos para jugar las rondas por el título, las esperanzas disminuyen. Cada temporada es un mundo, pero está bien para conocer en cuánto se va a quedar el corte.
Entre 17 y 19 triunfos, en ese rango. La temporada pasada, Gran Canaria se coló en el octavo puesto con 18, una victoria más que los cajistas, eso sí, en una liga de 36 jornadas y no las 34 de este curso. En 2019 se necesitaron 17, 19 en 2018; una línea que se mantiene en años anteriores.
Las cuentas están claras: sumar al menos 10 victorias en 18 jornadas para, al menos, tener opciones. Y no da la sensación que este equipo tenga la consistencia, de la que tanta habla Katsikaris, de llegar a esa cifra. Tiempo hay pero el margen de error ya se ha acabado.
