La temporada del Unicaja llega a su fin en el Pazo. Nueve meses de calvario, sin un solo objetivo cumplido y como consecuencia toda la incertidumbre posible para el futuro. Los malagueños hace semanas que dimitieron en Liga Endesa, suplicando que llegara mediados de mayo para dar carpetazo a un curso paupérrimo en Los Guindos. Antes hay que jugar un partido en Lugo sin nada en juego: los verdes van a acabar duodécimos, un puesto por detrás que su rival de esta tarde.
En un principio será la despedida de Dzanan Musa. El bosnio disputará sus últimos minutos con la camiseta celeste, máximo favorito a MVP de la competición y adorado en Lugo. Quizás el mayor aliciente de un partido donde el baloncesto pasa a un segundo plano. El Pazo prepara una gran fiesta a su equipo, junto a BAXI Manresa, la gran revelación de la Liga Endesa. Los de Mrsic iban camino de jugar playoff hasta la lesión de su estrella. Finalmente acabarán en una digna undécima plaza tras ascender el pasado curso.
«Trataremos de disfrutar, sabiendo que la energía no es positiva ni ilusionante», decía Ibon Navarro en la previa, el que puede ser el último partido en el banquillo. El lunes habrá una reunión para dilucidar si el vitoriano seguirá en Los Guindos. Un tono muy distinto al del excajista Mrsic, quien ha sido coger el relevo a la traumática salida de Paco Olmos hace unos meses. «Nos gustaría que media hora antes de empezar el partido cuando el equipo sale a calentar que el Pazo estuviese lleno y recibiese al equipo como hizo toda la temporada. Esto daría un gran empujón y nos gustaría que fuese así y despedirnos con una victoria», comentaba el croata.
Un duelo con pocos precedentes: 28 enfrentamientos entre Breogán y Unicaja, 20 favorables a los malagueños. 72-64 se impusieron los verdes en el Carpena, contexto muy parecido al de ahora. Los verdes nunca han dado un atisbo de esperanza para maquillar el curso. El último mal trago de la temporada por fin.