El Unicaja agotará sus mínimas opciones para ser cabeza de serie en Badalona. Primero se tiene que ganar esta noche en el siempre complicado Nou Congost (20:45), pese a la situación traumática que vive un BAXI Manresa que fue la bestia negra del conjunto malagueño el pasado curso. De tocar el cielo hace unos meses a bajar a los infiernos, habitual en clubes pequeños que sufren una desbandada en verano y no consiguen acertar en el mercado estival. El contexto también ha cambiado radicalmente para este Unicaja, que ahora anhela ser cuarto y evitar a los ‘cocos’ en el sorteo de la Copa. Se mirará de reojo por si suena la flauta en La Laguna, parece casi imposible que Betis, ya sin Shannon Evans, pueda dar la campanada en el Santiago Martín de Tenerife. Pero…
Más allá de ese capricho, el Unicaja persigue un triunfo en Manresa y firmar así una primera vuelta de ensueño; ni el más optimista y osado llegaría a pensar en septiembre que el renovado conjunto malagueño pudiese hacer un 12-5 en los primeros 17 partidos. Se ha mostrado fiabilidad ante equipos de la zona media hacia abajo, de hecho esas derrotas llegaron ante los cuatro primeros (Real Madrid, Barça, Baskonia y Tenerife) y un equipazo como el Joventut. Todas, salvo con los blancos, lejos del Carpena. La guinda sería ganar una cancha que ha generado sudores fríos recientemente.
También una manera de resarcirte por todo lo que tocó tragar la temporada pasada, pero en particular frente al BAXI Manresa. Esa serie en BCL hizo mucha pupa, sobre todo el cómo; inútil poner en situación porque en Málaga se recuerda muy bien, desgraciadamente, el relato de aquella eliminatoria europea. Por fortuna se hizo un reseteo total, literal porque sobreviven tres jugadores en la plantilla actual e Ibon Navarro en el banquillo.
El Unicaja partió este viernes a Manresa sin Brizuela, que estrenó paternidad y tendrá el fin de semana libre, pero quiso mostrar el cariño a sus compañeros y se desplazó hasta las inmediaciones del Carpena para despedirse de la expedición. El resto de efectivos están en condiciones, oportunidad para Mario Saint-Supéry, que se vestirá y podría tener más minutos en pista con los mayores; además del interés de cómo se desenvuelve Yankuba Sima en su segundo partido con el Unicaja, más acoplado que en su estreno ante Río Breogán. El gerundense tendrá una jornada especial al regresar a Manresa.
Y un BAXI Manresa inmerso en el caos desde que arrancó el curso, con avalancha de cambios en su plantilla, hasta nueve han dicho adiós de los que llegaron en verano; pero se atisba algo de estabilidad en el último mes, pese a que las victorias no terminan de llegar. Con un balance de 3-13 y pidiendo auxilio por cómo se está comprimiendo esa zona baja. No obstante, sí que ha hecho un buen papel en BCL: líder de su grupo con un balance de 4-2; los manresanos ganaron, entre otras alegrías, a Limoges en tierras galas. De momento la competición europea no ha servido de acicate para que lleguen las victorias en ACB.
Sobre el papel hay mimbres en Manresa para salir de esa situación. Jerrick Harding es el jugador que más protagonismo, segundo máximo anotador de la competición (16,5 puntos, 2,1 asistencias y 11,5 de valoración). Escoltado por un Adam Waczynski que vive uno de los momentos más dulces de su carrera a nivel de acierto. El alero polaco promedia 11,6 puntos, con 2,1 triples por partido -líder en eficacia en el triple, con un 57,5%- y 2 rebotes para 11,9 de valoración. En la dirección, continúa un curso más Dani Pérez, 3º en asistencias de la liga con 6,4 de promedio, a lo que une 6,4 puntos. El ala-pívot Devin Robinson (13,5 puntos, 4 rebotes, 11 de valoración) o el excajista Frankie Ferrari son otras amenazas en la plantilla de Pedro Martínez.
Hay muchos atractivos en el partido de esta noche, pero también cuentas pendientes por las siete victorias seguidas que acumula BAXI Manresa frente a Unicaja. Ya toca romper esa estadística, y seguir subiendo peldaños en ese crecimiento.