Con nota y muy buenas noticias. El Unicaja certifica su clasificación para la siguiente fase de la Basketball Champions League, como primero de grupo. Un inicio titubeante, pero a partir del segundo cuarto apareció la mejor versión de los malagueños. Michael Eric, el mejor del partido, y un efectivo Bouteille a la hora de encestar, lideran un triunfo necesario y convincente, antes de afrontar las ‘finales’ que se avecinan en Liga Endesa
El conjunto dirigido por Lukic parecía que era el que estaba en liza, y no un Unicaja que empezaba fría la contienda: con solo cinco canastas y muchas trabas para generar juego en estático. Siempre por delante los visitantes, con solidez y muy competitivos desde el salto inicial. Un primer cuarto dominado de principio a fin por los rusos (15-17), gracias a un buen Toropov, con seis tantos y varios jugadores versátiles, que hacían daño a los locales.
Brizuela anotaria la primera canasta de los malagueños en los segundos diez minutos, obligados a reaccionar. Un poco sorprendidos ante la seriedad de un rival superior hasta ahora en el Carpena. Rubén Guerrero pondría por delante a los malagueños con un gran dos más uno (24-21). El canterano, con mayor protagonismo que nunca desde que comenzara la ‘era Katsikaris’. Tras cinco minutos, el marcador seguía igualado, con un Nizhny que quería guerra pese a su condición de eliminado. Bouteille pondría la máxima con un triple en el ecuador (27-23). Un marcador corto, con un guion similar al partido de Rusia. El Unicaja en aquella cita rompió el partido en el último periodo.
Un mate de Eric y una penetración de Norris Cole obligarían a Lukic a pedir tiempo muerto; los malagueños ponían la máxima (31-25). El primer chaparrón del Nizhny había escampado, ahora era el momento de Unicaja. Dar un estirón antes del descanso, para evitar sustos y poner la directa en el marcador. Otra canasta del pívot cajista, más otro triple de un inspirado Bouteille, catapultaría a los cajistas hasta un +11 (36-25). 1:23 por jugar de primera mitad y un conjunto de Katsikaris inspirado, y con una versión magnífica en ambos lados de la cancha.
Norris Cole, con una suspensión, pone el broche a una primera parte de un Unicaja que fue de menos a más (38-25), liderado por los diez tantos de Axel Bouteille; y un Michael Eric que completaba, hasta ahora, su mejor partido con la camiseta verde y morada: ocho puntos y trece de valoración. Solo seis perdidas, el talón de Aquiles en el juego cajista. Un parcial de 23-8 en el segundo cuarto, pocas pegas que ponerle al equipo. Tocaba rematar el trabajo y certificar el liderato de grupo.
Un parcial de 7-0 de entrada, comandado por Eric, terminaba de romper un partido, que en un primer momento se podía atragantar (45-27). El partidazo del pívot cajista, el absoluto dueño de la zona, la mejor noticia de los locales. Ya estaba en veinte de valoración y encendido. Un miniparcial de 0-5 obliga a Katsikaris a pedir tiempo muerto. Refrescar conceptos y hacer entender a los jugadores que aún quedaba mucho por jugar; y además el Unicaja no es un equipo que sepa mantener el nivel cuando tiene una amplia ventaja.
Seguía recortando el Nizhny hasta el 52-39, gracias a Astakpovich. Entraba a pista Yannick Nzosa, desaparecido ante el Real Madrid, y hoy hasta el tercer cuarto no ha pisado el parqué del Carpena. Bouteille, otro jugador acertado esta noche, volvía a poner una ventaja cómoda en el electrónico (57-41). El alero ya estaba en 17 puntos, el líder y el argumento de Unicaja para anotar y no permitir a los rusos volver al partido (61-45), y apenas dos minutos para irnos al último cuarto. Guerrero pone la guinda a un tercer periodo con algún altibajo, pero con una ventaja aún holgada (65-50).
Bouteille y Francis Alonso, a base de triples, ponían la máxima a 9:12 del final (71-50). Muy cómodos los malagueños, con un par de marchas más que los rusos. La ventaja aumentaba gracias a Norris Coles (76-53). Unos minutos que aprovecharía el francés para maquillar su estadística particular: ya estaba en veinte puntos y 4/7 en triples.
Rubén Guerrero protagonizaría otra de las grandes noticias en el Unicaja, buen partido el suyo: catorce de valoración en casi veinte minutos, y un jugador que parece otro en comparación a hace unas semanas. Un último tramo de partido algo descafeinado, pero bien aprovechado por jugadores de la segunda unidad: el propio Guerrero y Francis Alonso. Eric ponía el 86-67, su octava canasta en el partido. Los malagueños se iban a más de cincuenta puntos en la segunda mitad. Jaime Fernández cerraba el 93-69 final. Festín de los cajistas. Líderes de grupo. Todo buenas noticias.