
Olek Balcerowski fue el fichaje de mayor renombre del Unicaja en el pasado periodo estival. El equipo de Los Guindos, con respecto a la pasada temporada, cuenta con tres caras nuevas. Una, conocida desde meses antes, es la de Tyson Pérez. El ex del Morabanc Andorra y Betis está creciendo muchísimo en el juego. Cada vez tiene más importancia, no solo en el rebote, también en la anotación. El segundo de los fichajes fue el de Killian Tillie. El francés está en constante avance. Ante el Covirán Granada firmó su mejor partido desde que aterrizó en Los Guindos. Empieza a rendir de forma muy positiva con mucha frecuencia. Quién no encuentra avances en su juego… es Olek Balcerowski. Ibon Navarro ve al polaco actualmente… como un ‘juguetito roto‘.
Llegó en septiembre. Tarde. Cuando parecía que Ataman decidía quedarse con él en el Panathinaikos. Sin apenas pretemporada y sin tiempo para la adaptación. Balcerowski llegó al Unicaja y tuvo que volar hacia Singapur para la conquista de la Copa Intercontinental y también en Murcia para vencer al Real Madrid en la Supercopa Endesa. Su llegada atropellada daba argumentos de que Olek iba a necesitar tiempo para adaptarse a un equipo que juega de memoria.
Sus características no son las más comunes en los pívots que ha tenido Ibon Navarro hasta la fecha en Málaga. Pero sí era un pívot que completaba el roster interior con la presencia de un perfil que no existía. Un siete pies intimidador que te podía dar mucho en las cercanías del aro tanto en ataque como en defensa. Pero, a pesar de los intentos del propio jugador y de sus compañeros, a Balcerowski le está costando un mundo dar un nivel que se acerque a la mejor de sus versiones. Y él mismo lo sabe.
Es consciente de que existen muchos ojos hacia él. Llegó con la etiqueta de un fichaje ‘estrella‘ y, de momento, no ha aportado al equipo lo que se esperaba. En defensa quiere hacer flashes más largos y ayudar de forma diferente a como lo ha hecho en otros equipos, pero muchas veces la precipitación le lleva a cometer muchas faltas personales. En ataque se le ve sin confianza. No ataca el aro de forma determinante y, muchas veces, se aleja de la situación de bloque hacia un exterior que podría ayudarle a él y también al compañero de turno que se aprovecharía de dicho bloqueo.
A la hora de la verdad en las últimas semanas, la disputa de la Copa ACB de Las Palmas de Gran Canaria, Ibon Navarro dejó fuera a Balcerowski ante la Penya y La Laguna Tenerife. Sí estuvo en convocatoria en la final frente al Real Madrid donde disputó un total de 7:55 minutos. A pesar de su poco protagonismo en su regreso a la que fue su casa, el técnico del Unicaja sabe de la enorme importancia de poder sumar con todo su repertorio a un jugador como Olek Balcerowski. Desde la dirección deportiva cajista sigue habiendo máxima confianza en el polaco.
En los últimos dos partidos, ante Galatasaray en BCL y Covirán Granada en ACB, Ibon Navarro ha realizado descartes en la posición del ‘5‘. En ninguno de los encuentros ha dejado fuera a Balcerowski. Sabe que necesita de minutos. Y el Carpena sabe que necesita de la confianza. De hecho, en el derbi ante el conjunto granadino, la única canasta de Olek llegaba en los instantes finales. Una canasta que fue celebrada por el público del Carpena que aplaudió a Balcerowski.
Precisamente, Ibon Navarro habló sobre el ex del Gran Canaria en sala de prensa después del derbi. Y fue muy tajante en su situación. «Es casi un juguetito roto ahora mismo«. El técnico del Unicaja sabe que es necesario que reciba esa ayuda. «Le vamos a ayudar. Necesita ayuda. Es muy joven y tiene unas expectativas muy grandes a su alrededor. La suerte que tiene es que se puede equivocar porque tiene un equipo detrás que le apoya y que puede solucionar los errores que pueda cometer. Tiene que volver a sentirse jugador porque no disfruta nada jugando. Para un chaval de 23 años no disfruta jugando, sufre más que disfruta. Por eso, hay que ayudarle”, aseguró Ibon Navarro sobre Olek Balcerowski.
Hay tiempo por delante. Balcerowski es un gran proyecto de jugador que llamó la atención, nada más y nada menos, que del vigente campeón de la Euroliga. El control de las expectativas es muy difícil de gestionar en cualquier ámbito de la vida. Y él está en ese proceso. En el Unicaja saben que necesita ayuda porque como dice Ibon Navarro… ahora mismo es casi como «un juguetito roto«.