El Lenovo Tenerife se llevó en Bilbao su segunda BCL en una oda al baloncesto. Magnífica final de los canarios ante BAXI Manresa (87-98) gracias a una exhibición de juego coral durante los cuarenta minutos. Justos campeones los de Txus Vidorreta, liderados por un jugador que cuestiona las leyes de la física cada temporada: Marcelinho Huertas fue el MVP de la Final Four (13 puntos y 14 asistencias ayer), el hombre del fin de semana. Otra clase magistral del brasileño, ya a sus casi 39 años y con cuerda para rato. Hace cinco años, los caminos del Unicaja y Marcelinho pudieron encontrarse…
En Los Guindos llamaron a su puerta en el verano de 2017. Marcelinho quería regresar a Europa tras un paso frustrado por la NBA, extenuado tras varias intentonas por hacerse un hueco en la mejor liga del mundo. El Unicaja se lo planteó y decidió apostar por el de Sao Paulo como base titular de aquel proyecto, pese a sus 34 años; el gran escollo para lanzarse a su contratación. Ambas partes llegaron a un acuerdo verbal, solo pendiente de la firma, pero en el último momento apareció el Baskonia; y Marcelinho decidió regresar a Vitoria de la mano de Pablo Prigioni, al que le unía por aquel entonces una gran amistad. Por una cuestión de plazos, no pudo vestir la camiseta verde y morada.
Ahora continúa siendo uno de los jugadores más determinantes de la Liga Endesa; formando pareja con Gio Shermadini, dos piezas que se retroalimentan sobre el parqué, conexión que por cierto se pudo ver hace varias temporadas en el Carpena. Aprovecharon las circunstancias en Tenerife para conformar un equipo campeón de la mano del excajista… y uno que lo podía haber sido. Marcelinho es historia viva de la Liga Endesa, una pena que no pudiese recalar finalmente en Málaga.