Mañana visita el Carpena el Cluj Napoca, un equipo desconocido en su mayoría para la afición cajista. Los de Katsikaris volverán a la competición después de 16 días en el dique seco, ya solventado el brote de COVID-19 en la plantilla, toca un carrusel de partidos en las próximas semanas. El ‘Round of 16’ da el pistoletazo de salida; una BCL que se antoja prioritaria en el devenir de este curso, la gran oportunidad de la entidad para maquillar una temporada hasta ahora decepcionante.
El conjunto de Transilvania viaja a la Costa del Sol en un gran estado de forma, con 15 victorias seguidas. Pero hay números de los rumanos que asustan: suman pleno de victorias (15-0) en la Divizia A, la liga local. Al margen de que es una competición claramente inferior, la realidad es que el Unicaja se las verá con un equipo muy poco acostumbrado a perder y la moral por las nubes.
Una derrota en lo que va de temporada, no muchos en Europa pueden presumir de ese dato: fue el pasado 3 de noviembre ante el Hapoel Holon, en Israel (78-68). A partir de ahí, todo triunfos, algunas de mucho mérito, como la visita al Darussafaka (101-103) y que le dio el pase directo a a este ‘Round of 16’. El balance global del Cluj Napoca es de 25-1 en todas las competiciones.
El Unicaja por talento es muy superior a su rival de mañana, pero las dinámicas tan desiguales pueden equilibrar la balanza. «Es un equipo que ha sorprendido a mucha gente», ha afirmado Katsikaris en la previa. La lección está aprendida.
