El Unicaja tiene aún esperanzas de encontrar esa pieza que ansía en el mercado. No es fácil, las semanas avanzan y el tiempo va jugando en contra de la dirección deportiva cajista. Se han producido ofrecimientos, una amplia lista encima de la mesa de Juanma Rodríguez, pero por el momento no se ha dado ese paso. La vuelta de Carlos Suárez y pinceladas de Rubén Guerrero dejaron aparcada esa necesidad, por ahora. Katsikaris espera su regalo.
Abromaitis ya es comunitario; quiere decir que se abre una plaza de extranjeros y el Unicaja podría cubrirla desde ya. No parece casualidad. «Es importante para nosotros. Tener esa plaza libre de extranjero. El mercado está como está, pero es algo a tener en cuenta», afirmaba un Katsikaris que deja la puerta abierta todavía. El heleno ha dejado claro en repetidas ocasiones que está muy satisfecho con su plantilla.
Exprimir a interiores como Nzosa o Eric, dos piezas importantes en la planificación de esta temporada, se antoja clave a corto plazo. O un Barreiro que debe dar un paso adelante; el gallego completó el martes su mejor partido en el Unicaja. Un jugador con potencial y talento a raudales, aún en periodo de aclimatación.
Otros equipos de Liga Endesa se mueven y en la posición que urge a los cajistas. Hereda San Pablo Burgos confirmó ayer el fichaje de Landry Nnoko, pívot procedente del Baskonia. El camerunés está firmando 6,2 puntos y 4,4 rebotes en trece jornadas. Los burgaleses ya firmaron a Julian Gamble hace unas semanas; dos fichajes que se podían haber planteado en Los Guindos.