Kendrick Perry es la primera piedra del nuevo Unicaja 22/23. El ya ex del Budocnost aterriza en Málaga con un gran bagaje en el baloncesto europeo. Gran operación de los cajistas, que se hacen con jugador que se me amolda muy bien a la nueva filosofía; ya experimentado en el viejo continente, además de contar con pasaporte montenegrino. Ibon Navarro ya tiene a ese agitador de partidos, pieza de la que ha carecido desde que aterrizara en Los Guindos, y que tan importante es en el baloncesto moderno. La llegada del estadounidense deja a Jaime Fernández fuera del proyecto, ya con un pie fuera y sin noticias de una posible renovación con los verdes.
La idea del conjunto malagueño es fichar a otro base, de un perfil más organizador y sólido. Opuesto a la nueva incorporación cajista. El club tiene claro que se ha dependido demasiado de Alberto Díaz, por lo que se busca un jugador que mantenga el orden cuando el pelirrojo no esté sobre el parqué. El canterano ha llegado fundido al final de temporada; entre otros obstáculos que han tenido los de Ibon Navarro en la última fase de la competición.
El madrileño tendrá muchas novias en las próximas semanas. Este medio pudo saber que Valencia Basket y Lenovo Tenerife habían sondeado al aún jugador cajista, antes incluso de finalizar la temporada en Lugo. El mercado de bases se va agitar en los próximos días: ya con la salida oficial de Jayson Granger, Baskonia busca un recambio de garantías; los de Txus Vidorreta podrían intensificar los contactos ante una salida de Bruno Fitipaldo, llamadas que ya se habrían vuelto a producir, según ‘La Opinión de Málaga’. Pese a su año irregular en Málaga, es un jugador muy valorado en nuestro baloncesto, candidato a ser llamado por Scariolo para el Eurobasket.
La renovación de Jaime Fernández se ha contemplado en el Unicaja, pero la obsesión en Los Guindos de no repetir cromos desencadena el dejarle marchar. Kendrick Perry y el mensaje continuo de que llegarán «9 o 10 fichajes» le dejan sin hueco. Cuestión de números.
