Nueva entrega de ‘Marca Basket, 40 años en verde y morado’, patrocinada por la Fundación Unicaja. Fran Vázquez se pasa por el micrófono rojo de Radio Marca Málaga. El de Chantada sigue muy ligado al club malagueño, del que guarda un gran recuerdo en su tres etapas como jugador verde y morado.
Viviendo de cerca el día a día en Los Guindos: “Estoy adaptado a la ciudad. Soy un malagueño más de adopción y disfrutando del verano con la familia. Me están gustando los fichajes hasta ahora. Puede ser que antes faltara un poco de músculo. Son muchos cambios, y claro que la apuesta del club está siendo fuerte. Han venido jugadores como experiencia, caso de Augusto Lima; otros como Djedovic o Kravish son versátiles. Se está construyendo algo bueno».
Temporada 04/05: “Era una temporada que llegaba de Gran Canaria y ni yo me creía la temporada que hice con Pedro Martínez. Fue un año maravilloso con el equipo que teníamos. Garbajosa, Tabak… Mucho nombre y fue un año excelente. Lo recuerdo muy bien, porque la Copa fue mi primer título a nivel colectivo. Al final llegas a una Copa del Rey y jugarla y ganarla es un recuerdo de por vida. Teníamos muchos jugadores con calidad, tú ves los nombres y te quedas con los momentos. Conseguir la Copa del Rey nos costó y jugabas sin presión, eso te hacía estar más liberado”.
¿La mejor de su carrera?: “Los éxitos estuvieron ahí. Si no es la mejor, es de las mejores y viendo a quienes teníamos en la plantilla, más contento aún. Luego estaba todo preparado con Orlando y por decisiones personales el club ya tenía fichados a dos jugadores, no tenía hueco. Pasó toda esa historia de Girona y estaba todo hecho para irme para allá”.
Girona: “Todos sabemos que aquello tuvo mucha repercusión, pero a nivel personal estuve tranquilo, que no me afectase y no pensar mucho en ello. Todo eso se olvida en el momento de jugar. Lo que pasaba en el parqué se quedaba ahí. Amigos, familia… Lo que piensas es lo importante: tener gente que te diga la verdad y que no te regale los oídos”.
Salto al Barcelona: “Venía de un Unicaja que luchaba por títulos a un Barça que no podías perder ningún título. Eso muchas veces no lo vemos y tener esa presión todos los días era difícil llevarla, aunque siempre intentabas dar lo mejor de ti. Era un jugador al que le gustaba trabajar, que vista la camiseta y juegue para la gente que paga para vernos y que menos que darles el 100%. Todo lo que conseguí fue gracias al equipo y, en mayor parte, a Xavi Pascual”.
La espinita de no ser campeón de ACB con Unicaja: “No te olvidas de dónde vienes y has crecido. Te vas al Girona y ganan la Liga, cosas de la vida. Orgullo por la gente del club y por la afición. Cuando gané la Copa del Rey y toda la gente lloraba contigo en los malos momentos y sonreía en los buenos. Esa imagen la guardas en el recuerdo, aunque ya lo tomas todo con más reojo. El Unicaja siempre es un equipo que quiere estar arriba y nos eliminaron para jugar la Final Four en Atenas”.
Regreso a Málaga en 2012: “Habíamos hablado que terminaba nuestra etapa en el Barça, no sabíamos qué podía pasar y hablando con Manolo Rubia dije que sí, que volvía a mi casa, que era un buen primer punto volver a casa. El reto de que los pitidos que escuchaba se convirtiesen en aplausos… La verdad que ha cambiado mucho desde entonces. Toda la presión era para mí y fue un poco a ver cómo la llevas y ya luego pusieron como capitán a Berni”.