Eran tres derrotas consecutivas y una auténtica final por delante. Un punto de inflexión al que ha sabido responder con creces. El Unicaja se aferra a la ilusión copera. Victoria cómoda del conjunto de Luis Casimiro sobre Bilbao Basket (75-91) en la decimosexta jornada de la Liga Endesa. El gran segundo cuarto visitante y la administración de las rentas de distancia en el marcador consiguen el noveno triunfo que permite a los malagueños ver cómo se acerca el billete directo al torneo del KO.
La apisonadora del segundo cuarto
Jaime Fernández inauguró el marcador con una deliciosa bandeja en la primera posesión del encuentro. La baja de Ondrej Balvin era muy sensible, pero Dos Anjos quiso desde el principio imponer su ley bajo la pintura. Anotó nueve puntos en el primer cuarto poniendo en serios aprietos a Rubén Guerrero. Deon Thompson hizo el primer bingo cajista desde el 6’75 al quinto intento de su equipo. Los de Casimiro carburaron motores con Jaime Fernández y Francis Alonso como protagonistas, pero el manchego hizo el primer stop con el triple de Kulboka a falta de 02:43 (17-16). La segunda unidad visitante con Darío Brizuela y Frankie Ferrari neutralizó a Álex Reyes, pero no pudo con los dos puntos de Jenkins que cerraron el primer acto en Miribilla (22-20).
Los porcentajes anotadores del Unicaja eran preocupantes -1/8 en triples-, pero Tim Abromaitis entró en cancha para remover la situación con dos misiles de tres consecutivos. El titular fue Axel Bouteille, quien volvía a su viejo hogar, pero no empezó bien. Quien sí lo hizo fue su equipo con un parcial de 0-9 para colocar el primer colchón considerable del partido (24-29). El estadounidense siguió a lo suyo para colocar el +10 en el electrónico con un buen Volo Gerun en defensa. Los vestidos de blanco dejaron sin opciones a los vascos en el segundo tramo. Tal fue hasta el punto de obligar a Álex Mumbrú a parar el choque a 03:53 con 7-20 (29-40). No hubo la reacción esperada, todo lo contrario. El Unicaja se marchó al descanso con el resultado demasiado cómodo, pero con la segunda mitad por delante (34-48).
Abromaitis y la mochila de Brizuela
Bilbao Basket tenía mucho que decir en el tercer cuarto. De hecho, arrancó con una racha de 7-0 de salida para meter miedo en el cuerpo verdimorado, pero Axel Bouteille consiguió su primer triple del partido para frenar la hemorragia verde. Dio la sensación de que los equipos se cambiaron los papeles al comienzo del capítulo. Los locales eran una auténtica pisonadora, aunque Deon Thompson volvió a hacer de las suyas para proteger la renta en el marcador (46-59). La presión se palpó en el ambiente y ambos cuadros cuajaron hasta seis pérdidas consecutivas entre ambos, pero Francis Alonso dijo «estoy aquí» para enchufar su primer 6’75 del duelo (49-62). Jaylon Brown quiso resucitar a su equipo con cinco puntos seguidos, aunque el Unicaja cerró el tercer cuarto con Volo Gerun desde el tiro libre (56-68).
Rubén Guerrero se adueñó en el último acto del rebote ofensivo y los de negro se sumaron a la épica acortando distancias con un Kulboka excepcional durante todo el encuentro. Darío Brizuela se amarró la mochila cajista liderando a los suyos en el momento más comprometido y respondiendo como mejor sabe hacer: metiendo puntos (68-78). Demasiados fallos bilbaínos para intentar remontar el choque, aunque Rousselle tuvo una gran reacción tardía. Lucharon hasta el final y murieron de pie, pero Tim Abromaitis y Frankie Ferrari pusieron la guinda sobre el pastel desde la esquina. Gran victoria de Unicaja que se aferra a la ilusión de la Copa del Rey (75-91).
