El Unicaja atraviesa un gran estado de forma. Los cajistas llevan 11 victorias seguidas, algo impensable al terminar la anterior campaña. Los malagueños han encontrado su «identidad» como dijo su presidente, López Nieto. Ibon Navarro ha conseguido darle forma a un proyecto, que prácticamente ha sido nuevo, sólo tres caras han repetido del año anterior, Alberto Díaz, Darío Brizuela y Jonathan Barreiro. El técnico vitoriano ha encontrado el rol perfecto para cada uno, y el trío español se ha convertido en insustituible para el dirigente.
Por ello, ha preocupado en este periodo de tiempo las bajas tanto de Alberto como de Darío. El base tuvo un esguince y llevaba entre 5 y 6 semanas apartado del grupo; el pasado miércoles se vistió de corto, además realizó la rueda de calentamiento, aunque no disputó ni un minuto. El escolta por su parte llevaba con molestias desde la semana pasada y no ha entrenado con el grupo, algo que complica que esté para el partido contra el Real Madrid. El que si estará seguro es Barreiro, tras las grandes actuaciones del alero, el público se echó las manos a la cabeza, en último partido contra el Manresa, con una posible lesión, sin embargo todo quedó en un susto, y estará disponible se Ibon lo considera profundidad.
«Bueno, Alberto está bien físicamente. Lleva cinco o seis semanas fuera del equipo. A nivel de ritmo le falta mucho, pero no le he visto mal. A Darío, que lleva menos tiempo fuera del equipo, no está con tanta confianza en cuanto a sensaciones buenas, como sí las puede tener Alberto. Esta más recuperado que Darío en este punto. Vamos a intentar que con los dos hagamos una rotación de calidad y nos vale para ellos, y para que nos ayude a competir en el WiZink«. Fueron las palabras del entrenador del Unicaja, acerca de ambos jugadores.
