Se acabó la última fase de la competición doméstica para el Unicaja. Las semifinales del playoff de la Liga Endesa empezaron el miércoles en Barcelona y acaban el martes 13 de junio en Málaga. La ilusión por un puesto en la final se esfuma en el feudo costasoleño; pues el cuadro de Jasikevicius ganó a domicilio los dos encuentros tras perder el factor cancha en el Palau. El cuadro malagueño se marcha de vacaciones tras una temporada inolvidable en la que se consiguieron todos y cada uno de los objetivos que se había propuesto al comienzo de la misma: la Final Four de la BCL, los playoff de la Liga Endesa y, cómo no, el título de campeones de la Copa del Rey 2023. Mirotic, una vez más, fue clave en el devenir del encuento; asimismo, Perry y Kalinoski fueron los máximos anotadores del cuadro cajista (75-87).
Balón al aire de Juan Carlos García y comenzó el intercambio de canastas sobre el parqué del Martín Carpena. El partido mostró de inicio mucha solidez en pista ofensiva para sendos conjuntos. David Kravish y Tomas Satoransky cogieron los galones de sus equipos en los minutos iniciales. Tanto el pívot búlgaro como el base checo se mostraron muy eficaces desde la línea del 6,75. A esto se sumó la agresividad de Jonathan Barreiro en la pista trasera cajista. La efectividad culé aumentó cuando desapareció del parqué el alero gallego, pues Laprovittola y Kuric también convirtieron desde la larga distancia. Las dudas llegaban a la plantilla de Ibon Navarro, pero el técnico vitoriano decidió mantener su opción de tiempo muerto. En definitiva un cuarto para olvidar, ya que únicamente se consiguieron 13 tantos ante los 23 del Barcelona.
Los segundos diez minutos fueron notablemente diferentes a los primeros. Bastaron dos minutos para ver a Carlos Cortés sancionarle una falta técnica a Jasikevicius. Dato que hacía indicar que no funcionaban las cosas en la plantilla visitante. El miedo se sentía en el plantel del lituano, por lo que decidió parar este torrente anotador (21-25, a falta de 7:54 para llegar al descanso). Los malos ataques y las precipitaciones del Unicaja cogieron protagonismo en el Carpena, hasta tal punto que el Barcelona volvió a conseguir una diferencia de diez tantos. A Ibon Navarro no le gustaba lo que estaba viendo por parte de sus pupilos, a lo que respondió sentando a sus jugadores (21-31, a falta de 5:37 para concluir la segunda aparición). El cuarto choque de la serie se convirtió en un toma y daca, pero los de verde y morado se marcharon ocho tantos por debajo a vestuarios.
La segunda mitad elevó mucho más el ritmo. La quinta marcha conllevó una notoria brecha en favor de la plantilla catalana. El electrónico del Carpena mostraba una diferencia de 11 puntos que no dudó en cortar Ibon Navarro (46-57, a falta de 4:41 para llegar al cuarto período). Se esperaba una reacción de los malaguelos, reacción que nunca llegó. De hecho, empeoró para más inri. La desesperación se hacía de notar en la gestualización corporal de los jugadores del Unicaja, especialmente en Darío Brizuela, al que no le salían las cosas. La renta se elevó por encima de la veintena de tantos, lo que hacía indicar que el partido y la eliminatoria estaba prácticamente sentenciada. El partido llegó a los minutos de la verdad con veintiún tantos de renta para los blaugranas (52-73).
El final se preveía más intenso de los normal. Hasta tal punto que Saras Jasikevicius no iba a continuar dirigiendo a los suyos desde el banquillo. La segunda técnica le cayó de las manos de Sergio Manuel. Una protesta ostensible del lituano dentro de pista le dejaría fuera del encuentro. La rotación de Ibon Navarro no resultó ser efectiva, en cambio la que del Barcelona sí lo fue. La ‘Marea Verde’ se apagó, puesto que los playoff se estaban acabando con el paso de los minutos para su equipo. Las posesiones de los culés parecían que duraban más de 24 segundos, pues no paraba de bajar el tiempo en el reloj de partido. Finalmente, la apisonadora blaugrana pasó por encima del Unicaja y se mete en la final del playoff de la Liga Endesa (75-87).
