El Unicaja se hizo con los servicios de Jonathan Barreiro el pasado verano tras una fuerte puja. El gallego aterrizó en Málaga como fichaje estrella, destinado a ser uno de los pilares de los verdes en la 21/22. Su rendimiento esta temporada no ha sido el esperado por muchos factores, con cuentagotas se ha visto a ese jugador que maravilló en Zaragoza y que motivó a que grandes equipos de Liga Endesa se fijaran en él. Tardó en acoplarse al equipo, a un estilo opuesto que impedía explotar todas sus virtudes y sobre todo el factor mental. Sin confianza en muchos momentos de la temporada. Pero el Unicaja tiene muy claro el papel de Barreiro en el nuevo proyecto.
El coruñés es intocable en esta plantilla, junto a Alberto Díaz. En Los Guindos consideran que el nuevo estilo es el ideal para ver a un Jonathan Barreiro más cómodo sobre el parqué, además de contar con la confianza absoluta de Ibon Navarro, al que conocía muy bien desde su etapa en las categorías inferiores de la selección. Es una de las debilidades del vitoriano. «Con Ibon coincidí por primera vez en la sub-19 y desde ahí tenemos un buen vínculo, gran amistad, incluso en su época de Andorra manteníamos el contacto. Le tengo mucho cariño. Me parece un grandísimo entrenador y por mi parte tengo que devolverle la confianza. Necesitamos corresponderle«, decía el gallego en Radio Marca Málaga hace un par de meses. La admiración es mutua.
El club eso sí espera que Barreiro dé un paso adelante. Ya olvidado este año de transición, y que seguro ha servido en la madurez del jugador, ahora es el momento de cumplir con las expectativas. La apuesta es firme, aún con contrato para dos temporadas más. En la nueva filosofía del Unicaja, Barreiro tiene un sitio asegurado como ‘tres’ en la estructura del equipo.
Ha promediado esta temporada en ACB 6,3 puntos; 5 de valoración y un bajo 27% en triples, el gran lunar de Barreiro esta temporada. Pero Ibon Navarro le va a exigir otras funciones en la pista. «Si hace lo que le pido, dará el siguiente paso y las meterá», ha comentado el vitoriano en alguna ocasión.