El Unicaja se hizo el pasado verano con una de las piezas más codiciadas del mercado. Jonathan Barreiro tuvo muchas novias, algunas de ellas al nivel presupuestario del Unicaja o equipos que han hecho hasta ahora mejor temporada que los cajistas. El gallego ni se lo pensó cuando Juanma Rodríguez llamó a su puerta, gran apuesta del club a largo plazo. Así lo confirmaba el propio Barreiro en el micrófono rojo:
«No tuve ninguna duda. Es un club que apostó por mí y creí en su proyecto, sobre todo creyeron mucho en mí. No hubo mucho más que hablar. Fue una decisión muy rápida, y la verdad es que me siento muy orgulloso de estar aquí y que el club apostase por mí. Por mi parte, estoy encantado de estar en Málaga y ojalá estemos lo más arriba posible, juntos», afirma el ex de Casademont Zaragoza, por el que el Unicaja pagaría 150.000 euros en junio.
Una incorporación que corrobora la capacidad de persuasión que mantiene el Unicaja, pese a la temporada decepcionante hasta ahora. Es algo que volverá a jugar a su favor este verano: lo valorado que está el el club lejos de Málaga, una baza para la reconstrucción profunda que sufrirá la plantilla. En Los Guindos ya están manos a la obra.