Los descartes del Unicaja empiezan a encontrar acomodo, no de forma definitiva, pero muchos de ellos ya tienen propuestas encima de la mesa. Jaime Fernández es el más codiciado en este sentido: tanto Lenovo Tenerife como Gran Canaria pugnan por hacerse con el ya excajista. También Francis Alonso, con pie y medio en Miribilla; más otros efectivos de la anterior plantilla que no tardarán en hacerse sitio fuera de Málaga. Toda la ACB es consciente de todo el valor que han dejado salir en Los Guindos, en particular un equipo que quiere aprovechar la coyuntura para renovarse: el Coosur Betis de Luis Casimiro.
Los sevillanos está muy interesados en la cesión de Yannick Nzosa, al que conoce muy bien el manchego de su etapa en la entidad costasoleña. El congoleño tendría minutos asegurados en San Pablo, un proyecto que ha quedado reforzado tras el magnífico final de campaña: salvación que parecía agónica y que se acabó resolviendo incluso una jornada antes de concluir la temporada. Casimiro seguirá una temporada más. No solo interesa el de Kinsasa en Sevilla, también en Manresa y Lugo, entre otros. Decidirán club y jugador.
Rubén Guerrero es otro jugador que tiene opciones de acabar en el Betis. No sería de extrañar; un interés que viene de temporadas anteriores y que vuelve a repetirse este verano. El marbellí estuvo muy cerca de marcharse cedido en febrero, pero en Los Guindos dieron marcha atrás a la operación con la llegada de Ibon Navarro, admirador del pívot. Otro canterano que tiene que emigrar de Málaga. Su hueco lo ocupará David Kravish, a la espera que llegue otro pívot titular.
El Unicaja ya ha hecho parte de sus deberes en el mercado, pero aún queda lo más difícil: además de firmar un ‘5’ titular, es muy importante acertar con el base, también con la misma etiqueta. La próxima plantilla empieza a coger forma, ya con un núcleo de jugadores que el pasado jueves dejaron de pertenecer a la entidad cajista.