La temporada pasada finalmente no traerá consecuencias devastadoras en el Unicaja. Los verdes jugarán la BCL al cumplir con buena nota la fase previa. Dos partidos con poca historia porque ni Den Bosch, tampoco este mediodía el Patrioti Levice, exigieron en demasía a los malagueños; rivales que tampoco sirven para medir qué cotas se pueden poner. Deberes hechos y a pensar en una temporada que se prevé ilusionante, de entrada con una prueba de máximas exigencias este viernes en Vitoria. En Los Guindos pueden respirar por toda la tensión de estas semanas, desde junio se miraba con lupa a este fin de semana. Toca soñar con algo importante.
Un guion de partido algo similar al del viernes con Den Bosch: muy activo Perry en la dirección de los verdes, conectando en varias situaciones con Osetkowski y Kravish. Kalinoski y Djedovic desde la esquina ya establecían un colchón cómodo de entrada (25-15). El Carpena aplaudía al ex de Breogán, el mejor de los suyos en un primer cuarto al que Carter, acompañado de Dedovic, con un 2+1 imposible, pondrían el 31-20. Muy cómodos los de Ibon Navarro nuevamente ante un rival que se agarraba a Lapornik y Knezevic, ambos con ocho puntos.
Kovak y Kotasec daban algo de tensión al partido y al técnico cajista, siempre expresivo en la banda. Entraba Brizuela y Lima haría la mejor jugada del partido en su canasta: un tapón en carrera a Freeman, acompañado del «¡Oooh!» del Carpena (5.448 espectadores este mediodía). Veremos muchos así. En el ecuador del segundo cuarto, aumentaba la ventaja gracias al brasileño y Barreiro (39-25). Momento de relajación en el Unicaja, que sabría aprovechar la pareja Knezevic-Mccalum antes del descanso (45-34); primer momento de dudas en los verdes. El tiempo muerto de Ibon surtía efecto y Osetkowski desde la esquina colocaba el 52-36.
El Unicaja definitivamente rompería el partido tras el paso por vestuarios, con la sensación que a poco pisase el acelerador, podríamos ver algo parecido a lo del viernes. Dos triples de Carter darían la tranquilidad absoluta (60-36): los verdes, salvo hecatombe, jugarán la BCL. Perry, con ocho puntos en un par de minutos, incluido un triple sobre la bocina, cerraba el tercer cuarto con el 75-54. Ya se podía pensar en la cita de este viernes ante el Baskonia, pistoletazo de salida a la Liga Endesa.
Un último cuarto con todo decidido, ajustando las rotaciones y sobre todo cuidar la salud de todos los jugadores. Los eslovacos maquillaron el resultado final (91-73), mientras el Carpena exigía algo más de energía en los últimos minutos; las exigencias estaban altas con el +56 del viernes.
Normal que existiese esa tensión por lo que podía deparar estos tres días, con un formato que precisamente fomentaba las sorpresas. El Unicaja aprovechó que tenía todo de cara y no falló. La próxima parada en Europa será Sassari en diez días, el primer paso para soñar por qué no con un título europeo. Esta temporada sí hay mimbres.
