Este Unicaja es una apisonadora

¡Qué pena que no se juegue ya la Copa del Rey o los playoffs de ACB! El Unicaja es una apisonadora. Otro triunfo incontestable del equipo verde, manteniendo la velocidad de crucero de las últimas semanas, y rozando la excelencia en muchos apartados del juego. Se vive un crecimiento imparable, sin saber cuál es el techo del conjunto de Ibon Navarro. Lo que está claro es que este Unicaja enamora, no solo gana, sino que lo hace con mucho poderío y haciéndolo «fácil». Otra exhibición, y ya van unas cuantas en este arranque prometedor de temporada 22/23.

Como consecuencia de este brillante triunfo ante Casademont Zaragoza (104-78), se ha dado un paso casi definitivo para estar en la Copa del Rey de Badalona. El Unicaja dormirá este sábado como tercer clasificado de la Liga Endesa, un balance de 7-3… y con siete victorias consecutivas. No se puede pedir más. Y eso que había condicionantes que podían presagiar una versión algo más floja. Momento de dulce.

Imponente arranque de un Casademont Zaragoza con mucha claridad en ataque y aprovechando la falta de frescura de los verdes atrás. Poco común la puesta en escena del Unicaja esta noche, algo más perezoso que de costumbre, también por mérito de los maños. El 7-12 de salida espabiló a los locales, aprovechando un Carter inspiradísimo y un Kalinoski que ya acumula tres partidos con sus porcentajes habituales: 16 puntos entre ambos en un primer cuarto que acabaría con un 21-18. De menos a más el Unicaja, más reconocible con el paso de las posesiones, y un Casademont Zaragoza, sin Aday Mara, dando más guerra que otros rivales que han pasado por El Palacio.

Ya con la maquinaria engrasada, aparecerían otros actores: Lima dando consistencia a los verdes bajo los aros, o Ejim poniendo problema a los de Fisac. Al técnico le caía una técnica por protestar una ejecución ilegal de un saque rápido; poco habitual ver al segoviano perder así los papeles. Sobre el parqué, el Unicaja daba el primer estirón serio (35:22, a cinco del descanso). Porcentaje notable de tres (7/14) a estas alturas, y cuando entran esos tiros, además de todos los recursos que cuenta Ibon Navarro, es un equipo muy difícil de parar.

Y Carter en modo apisonadora, nunca alcanzando estas cotas hasta ahora en Málaga. Qué jugador tiene el Unicaja en su plantilla. Imparable el joven escolta en una noche para recordar. 17 puntos en una primera mitad casi inmaculada: 4/4 en tiros de dos y 3/4 en triples. El Carpena le gritaba «MVP» y con razón. 55 de valoración acumulaban ya los verdes. Da igual el poco descanso entre Dijon y hoy: el Unicaja mantenía ese pico de eficacia y buen juego. Otros veinte minutos de matrícula de honor, salvo los cuatro primeros. Sideral.

Los once primeros puntos de la segunda parte llevaría la firma de Osetkowski. El de San Diego rompía el partido en un visto no vito, cogía el relevo de su colega Tyson Carter (60-42). Brizuela y Kalinoski ya daban la máxima a los verdes a 3:09 de llegar al último cuarto (69-48). Se ponía en pie un Carpena con 7.037 espectadores. Manteniendo el ritmo, una calcamonía por momentos del partido de Dijon y dejando la séptima victoria en ACB encarrillada; pese a una pequeña empanada de los locales que dieron algo de emoción a los últimos diez minutos (71-58).

Pero volvían los verdes a encontrar la fluidez, de la mano de Kalinoski, tal cual. Enchufaba triples el ex de Breogán y el Unicaja volvía a contar con una distancia cómoda, casi definitiva (81-62, a 8:06). También con un pase de alley oop que machacaba Carter. También tiene muelles. Se desataban los verdes, haciendo sangre, con un marcador ya escandaloso. Cero tensión y un Carpena que se caía al despedir a Tyson Carter. 24 puntazos; la próxima ovación cerrada iba a ser para Kalinoski. Hasta Lima volvió a atreverse con un triple, esta vez frontal… y no entró. Una nueva costumbre. Un 104-78 y el Unicaja hasta mejoró lo que se vio en BCL. Que siga la fiesta.