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El Unicaja arranca el Round of 16 con paso firme

El conjunto malagueño, tras un gran último cuarto, fue capaz de desarbolar a un bravo AEK (88-66), y empieza a posicionarse para estar en cuartos de final

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El Unicaja tuvo que sudar para ganar al AEK / FIBA

Sin brillantez, pero el Unicaja arrancó este Round of 16 con una victoria de esas trabajadas, bordeando el aprobado, suficiente para poner el 1-0 en el grupo e iniciar el camino hacia los cuartos de final con paso firme. Muy espeso el conjunto malagueño, de esos que pocas conclusiones positivas se pueden sacar en lo baloncestístico, sí en la capacidad camaleónica de saber ganar en el barro. Un bravo AEK, con un buen Mitchell, imparable por momentos, no fue suficiente. Ya se avisaba en la previa de la complejidad del rival. Pese a un marcador que fue abultado (88-66), se tuvo que esperar hasta bien entrado el último cuarto para desarbolar al conjunto heleno.

De nuevo apareció el factor Carpena (7.092 espectadores), imprescindible esta noche, porque los griegos pusieron en muchos problemas a los malagueños hasta el ecuador del último cuarto. Se pudo salir de la trampa que preparaban los atenienses y firmar un triunfo, al final holgado, que es otro aviso a la competición de que este Unicaja es de los máximos favoritos a esta BCL.

Dos equipos con dosis de talento muy alto, con todo tipo de acciones positivas. El Unicaja arrancaba como un ciclón, mostrando un sinfín de recursos a la hora de sumar canastas: triples, contraataques, jugadas elaboradas en estático… mucha fluidez en el conjunto malagueño; y un AEK de Atenas sin capacidad de frenar la avalancha de los verdes. 19-12 ya ganaban los locales al ecuador de un primer cuarto de un buen nivel. No era el guion esperado, parecido más bien al que se vio en Manresa el pasado sábado. Pero los de Ibon Navarro estaban cómodos en el intercambio de golpes. Sima dejaba la mejor acción del primer periodo, alley oop que culminaría tras un gran pase de Alberto. Resumía a la perfección lo que se estaba viendo: un Unicaja, muy coral, a placer ante un conjunto heleno con un gran Miles (29-20).

Perdía algo de frescura a la hora de generar el Unicaja, más apático en el segundo cuarto; encadenando errores groseros por momentos. Desdibujado el equipo verde porque los jugadores de banquillo no igualaron las prestaciones de la ‘primera’ unidad, y una subida de intensidad en los helenos. Solo una canasta en casi seis minutos de segundo cuarto (31-31), obra de Brizuela. Muy importante la aportación de Perry hasta el descanso, de nuevo cuajando una gran actuación el carismático base verde, sensación de dependencia. Dos triples del ’55’ sirvieron de impulso a un Unicaja incómodo, pero que supo al menos mantener un pequeño margen de camino a los vestuarios (44-39). Este ritmo lento, ante un equipo «perro», como definía Ibon Navarro al rival de esta noche. Nada más lejos de la realidad. De esos días que hay que trabajar de más.

El partido entraba en un espiral negativo por cómo empezaba a funcionar el AEK de Mitchell, emergiendo el ala-pívot, camino de MVP de la jornada en la competición. Sufriendo Kravish ante el panameño y el Unicaja dando pinceladas de incapacidad, muy extraño esta temporada. Se daba cuenta un Carpena que empezó a achuchar, necesitaba el equipo ese chute de energía, y algo de sangre en los ojos. Había que ganar con la fórmula del PAOK, efectivamente casi un calco de lo que te exigían los de Salónica. Sima fue el antídoto de Mitchell, los mejores minutos del gerundense con la camiseta del Unicaja, ayudó a poner las bases atrás y tener una referencia. El nuevo fichaje cambió el partido de forma inesperada, en ebullición y con un mate tremendo tras un pase por la espalda de Djedovic. El Carpena definitivamente cogió otro aire al acabar el tercer cuarto (59-54).

El Unicaja empezó a salir del enredo con los puntos de Brizuela a seis minutos para el final. Necesitaba el equipo verde un punto de soltura de alguno de sus jugadores, hay muchos que tienen la capacidad de desatascar el partido. El donostiarra abrió brecha (66-58). Era el momento del Unicaja, aprovechar esta inercia y dejar todo resuelto. Dicho y hecho. Los verdes recuperaron la fluidez de los primeros minutos, ahora con un Kravish resolutivo cerca de canasta y ya poniendo una ventaja que rondaba los quince puntos (78-62, a falta de tes minutos). Se hizo sangre, ya con todo a favor, el Unicaja en un visto y no visto logró una diferencia abismal, jugosa para lo que puede ser el grupo (88-66).

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