El Unicaja suda para firmar la novena

El Unicaja firmó en Salónica la novena victoria consecutiva (85-88), manteniendo una racha triunfal que parecía por momentos que se acababa. Tuvieron sangre fría los de Ibon Navarro, con toda la actitud posible, por si alguien tenía alguna duda, para llevarse un triunfo muy sudado, peleado en los segundos finales; y que permite viajar al Palau este domingo rebosantes de moral. En un final algo extraño, salió cara porque los helenos tuvieron sus opciones de ganar. Riley falló un par de tiros para forzar la prórroga y el Unicaja mantiene la imbatibilidad en Europa, a solo un triunfo de hacer pleno en esta Fase de Grupos.

Rápidamente demostraron los verdes sus intenciones en un desangelado PAOK Sports Arena. De dulce. Jugando con la misma alegría y descaro que de costumbre. Un parcial de 3-15 de entrada con un excelso Perry, también muchas manos en los de Ibon Navarro. Defensa intensa, innegociable pese a que el equipo malagueño se jugaba poco en esta cita. Al igual que se daba por descontado el buen rendimiento anotador de Carter una tarde más, el mejor del primer cuarto junto a su colega Perry; periodo que cerraría Osetkowski con un gran dos más uno (13-25). Minutos muy completos del Unicaja en ambos lados de la cancha. Sale absolutamente todo.

El inicio del segundo cuarto arrancaba con una acción insólita: falta señalada sobre Lima, pero fue Osetkowski el que lanzaba los tiros libres. Tuvieron que revisar los árbitros; una de la asignaturas a mejorar en esta BCL. Encontraba algo más de claridad PAOK tras el parón, pero el Unicaja mantenía una renta cómoda; imparable el equipo malagueño, con la entrada de Kalinoski al parqué y acciones brillantes del propio Osetkowski, hoy más cerca de la canasta. Los helenos aprovecharían el bonus y varios minutos espesos del Unicaja en ataque para comprimir el marcador (30-36, a 2:30 del descanso). Barreiro desatascaba el aro rival con un triple, y el Unicaja daba un pequeño estirón en los últimos segundos de la primera mitad, aprovechando además una técnica en el banquillo local (36-44).

Los verdes mantenían el control de la situación aunque con un PAOK en línea ascendente. Lykogiannis, técnico local, iba a rozar la doble técnica, un hecho que dio temperatura a la grada, también a los jugadores helenos… y su presidente, expulsado de la zona VIP de a pie de pista. Se la jugaban, obligados a reaccionar en la segunda parte con el futuro europeo en juego. Franke, una de las referencias del PAOK, se hacía dueño del partido en el tercer cuarto. Lo paraba Ibon Navarro con el 48-50, por suerte el momento de mayor crisis desde finales de octubre. Perry y Brizuela eran los argumentos de los visitantes para anotar. Momento gris, normal, perdiendo incluso la ventaja en el marcador antes de llegar al último periodo (60-59).

El Unicaja tenía que subir varias marchas si quería ganar en Salónica, con la sensación que dependía más del equipo verde que el rendimiento del rival. Seguía aprovechando Franke, secundado por Riley, un nivel de inspiración muy alto; una pareja hasta el momento imparable. Ibon Navarro introducía a Alberto Díaz y Ejim, con el 69-68 a falta de siete minutos. Intercambio de golpes a partir de este momento, y un Unicaja que respondía a las acciones de los locales. Aumentaba el conjunto malagueño la energía atrás, y aparecía Carter en ataque. El momento del escolta, colocaba a su equipo con un interesante 77-81, aún con cuatro minutos por delante.

Empataban rápidamente los griegos. Minipartido de dos minutos… de absoluta locura. Las acciones más brillantes se la guardaron ambos hasta el final. Perry, con una gran penetración, ponía por delante al Unicaja a veinte segundos (85-86). Falló Riley un triple, rebote de Kravish y tiros libres para dejar casi finiquitado el triunfo. Ibon Navarro pidió al pívot que fallara el segundo, pero el pívot lo anotó sin querer. Surrealista. Volvió a fallar Riley y victoria cajista por 85-88, parcial además de 0-7 final. Sigue el pleno en Europa y novena victoria consecutiva