Volvió la competición doméstica para el Unicaja, el último encuentro antes de llegar a los playoff de la Liga Endesa. La pelea por ser cabeza de serie quedó en vano para el plantel de Ibon Navarro; pues el Lenovo Tenerife cumplió en su feudo y ocupará la cuarta plaza de la clasificación. Ahora sí, los de verde y morado cambiarán la mentalidad y se centrarán en los playoff ante el conjunto de Txus Vidorreta, ya que los inaugurarán en La Laguna (Santa Cruz de Tenerife). El cuadro isleño niega de esta manera al conjunto malagueño la mínima opción de cambiar los roles, y se verán las caras el próximo domingo. La solidez de los visitantes durante los cuarenta minutos decidió la cita de la jornada 34. Carter y Djedovic fueron los más decisivos de cara al aro vasco (71-103).
Balón al aire de Luis Miguel Castillo y dio comienzo la última jornada de la máxima competición nacional. Los minutos iniciales del choque tuvieron a un único equipo sobre el parqué de Miribilla: el Surne Bilbao Basket. Por parte del Unicaja, el acierto exterior de Melvin Ejim (3/3 en intentos desde la línea del triple) mantuvo a los de verde y morado a la par en el luminoso. Llegó el momento de hacer las primeras rotaciones del encuentro, las cuáles surtieron más efecto en el cuadro de Ibon Navarro. Un parcial de 0-7 comandado por Tyson Carter obligó a Jaume Ponsarnau a parar el recital anotador cajista (14-21). Una breve reacción desde la línea del 4,60 llegó de las manos del último fichaje vasco (Sergio Llorente), que redujo las diferencias a tan solo cinco puntos.
El segundo cuarto se convirtió en un correcalles. Juego que permitió al Surne Bilbao Basket acercarse en el electrónico. Eso sí, rápidamente aparecieron los francotiradores malagueños (Carter y Kalinoski) para ampliar de nuevo la renta. No obstante, los locales también sacaron a relucir sus armas. Álex Reyes, desde el 6,75, junto a los tantos en la pintura de Jeff Withey mantuvieron a los suyos por debajo de la decena de diferencia. Las continuas faltas de la plantilla de la Costa del Sol penalizaron en varias ocasiones la defensa, que acababan con un jugador de negro acudiendo a la línea del tiro libre. Momento este para que Darío Brizuela tomase las riendas de su equipo, que sirvió para que se marchasen a vestuarios con 41-49 a su favor.
La vuelta a la pista se convirtió en un toma y daca. El acierto primó en la primera mitad del tercer cuarto: mención especial a Kendrick Perry y Tyler Kalinoski. Tanto fue así que, sin pensarlo ni creerlo, el Unicaja se elevó a los dieciocho tantos de diferencia. Jaume Ponsarnau decidió darle un toque de atención a los suyos, ya que no estaban compareciendo sobre el parqué (46-64, a falta de 4:38 para que concluyese el tercer período). La máxima diferencia iba a aumentar todavía más, pues otro parcial de Carter (un triple y un mate) iba a superar la veintena de tantos. El resultado iba viento en popa para los malagueños, pero las constantes pérdidas alteraron a Ibon Navarro. El técnico reclamó a los suyos más cabeza a la hora de correr las transiciones de cara a los últimos diez minutos.
El cuarto cuarto comenzó con plena efectividad para ambos equipos desde la línea del 6,75: Dylan Osetkowski y Álex Reyes. Pero con el choque resuelto el trío arbitral tuvo que sancionar dos faltas técnicas (Osetkowski y Rabaseda). El partido estaba cogiendo un color que no le gustaba a Ponsarnau que utilizó otro de sus tiempos muertos para seguir dando indicaciones a sus pupilos. El que aprovechó para seguir rotando efectivos fue Ibon Navarro, que no tardó en meter a su canterano: Mario Saint-Supery; este convirtió su primer intento desde la larga distancia. Finalmente, el Unicaja cierra la liga regular con otro triunfo (71-103), y ya piensa en los playoff ante el Lenovo Tenerife.
