Llama la atención la escasa participación de Carlos Suárez desde la llegada de Ibon Navarro, un jugador que a priori encaja con la filosofía del nuevo técnico cajista. El capitán se quedo de vació el pasado sábado ante UCAM Murcia, tampoco contó en la visita al Fernando Martín. El nuevo reajuste en el juego interior cajista, con la llegada de Kravic y Cameron Oliver, además de la recuperación de un Tim Abromaitis capital cuando está fisicamente a tono, dejan al de Aranjuez en una encrucijada a la hora de contar con minutos, paradójicamente.
Otro factor determinante para no contar con el ’43’ es la nueva posición de Yannick Nzosa: de ‘4’ y acompañado de un grande; tanto Guerrero como Kravic están dando un buen nivel desde el aterrizaje de Ibon Navarro. Carlos Suárez sí contaba con la confianza de Fotis Katsikaris, pese a que este curso su participación se haya reducido en comparación con otras temporadas. Las lesiones parecen olvidadas, por lo que es una decisión puramente técnica, hasta ahora.
Habrá que ver cómo va evolucionando el papel del ala-pívot. En mayo cumplirá 36 años y su contrato expira este verano, aunque hay una opción de renovar por una temporada más. En el vestuario sigue siendo un pilar básico, incluso ejerció de capitán la semana pasada con la llegada de Cameron Oliver. Un Carlos Suárez que sumaría una década de verde y morado si es capaz de apurar su vinculación con la entidad de Los Guindos.
El Unicaja se encuentra desde ayer en Cluj, un síntoma de lo que se juegan los malagueños en tierras rumanas. Con Carlos Suárez liderando la expedición.
