Inicio Unicaja Carlos Cabezas: «Maljkovic cambió el baloncesto malagueño»

Carlos Cabezas: «Maljkovic cambió el baloncesto malagueño»

Nueva entrega de ‘verde y morado', desde VIP Sport Bar, patrocinado por la Fundación Unicaja

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Carlos Cabezas, en el restaurante VIP Sport Bar / JG
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Nueva entrega de ‘Marca Basket, 40 años de verde y morado’, patrocinado por la Fundación Unicaja. Esta semana nos acompaña en Sports VIP Bar de Torremolinos Carlos Cabezas, para muchos, el mejor base que ha jugado en el Carpena. Actualmente es embajador del club, junto a Berni Rodríguez.

Marca Basket, 40 años de verde y morado’, patrocinado por la Fundación Unicaja

Primera vez que Carlos Cabezas coqueteó con el baloncesto: «Muy pequeño, gracias a mi padre. Recuerdo con 4 o 5 años, el gran Larry Spicer me trajo una pelota de minibasket firmada. Aún la conservo en casa. Es el primer recuerdo que tengo».

El cambio de chip: «Fue a partir de la adolescencia. Sabemos que llegar a la élite es muy complicado, es verdad que desde chico, tanto en Marbella como en el Unicaja, hicimos las cosas muy bien: ganando cosas importantes. Creo que la cabeza me cambia a partir de los 16, cuando ya vas con España, sobre todo ese Mundial Junior del 99; ahí nos dimos cuenta que podíamos tener una carrera larga y bonita».

Un gen ganador desde muy joven: «Claro. Hubo un Campeonato de Europa muy importante en Bulgaria, fuimos campeones con 16 y 17 años. Esta generación empezó a conseguir grandes cosas desde muy joven, no solo yo, también Berni o Germán».

El que más sorprendía de aquella generación: «Creo que el que más era Juan Carlos Navarro, con un desparpajo a los doce años… en muchos campeonatos ya se hablaba de un tal Navarro. Te metía 30 puntos y ya metía bombas, sorprendía la capacidad anotadora que tenía y el liderazgo. Siempre nos metíamos con él porque nunca ha cogido algo de músculo, solo quería tirar. Él y Raúl López, muy talentoso también. Se juntaba en su pueblo y tenía un manejo de balón espectacular».

Un sueño cumplido aquella Korac: «Totalmente. La llegada de Boza Maljkovic, el maestro como yo le llamo, ahí hizo un cambio importante en el baloncesto malagueño. Por aquel entonces era un título importante y tuve la suerte de poder estar ahí… y ganarla. Fue el primer paso para seguir creciendo. Voy poco a poco teniendo minutos de calidad, ya se veía el proyecto que iba a venir después».

Boza Maljkovic: «Me cambia en esa disciplina, prácticamente me coge a las puertas de la adolescencia. Marca bien las pautas, lo serio que era en cada entrenamiento. Recuerdo anécdotas suyas de cuando alguien jugaba bien, te castigaba para que uno no se viniera arriba. Cosas que me forjaron para madurar y saber que el deporte profesional era un trabajo diario».

Un equipo que se fue ganando el respeto: «Aquella Copa de Zaragoza fue algo atípica: entramos como tapados y fue el primer gran título de la etapa de Scariolo. A partir de ahí, se formó un buen equipo. Tres años inolvidables, tanto la Copa, Final Four y aquella ACB, siempre la recordaré como una de las etapas más bonitas de mi carrera».

Más que una familia: «Teníamos todos muy buena sintonía, tanto en Málaga como en la selección. Nos llevábamos muy bien, dentro y fuera de la cancha. Creo que eso es fundamental para conseguir grandes cosas y títulos. Estoy totalmente de acuerdo con lo que decía Berni. Cuando ganas, eso ayuda a estar muy compenetrados fuera de la cancha».

Año 2006, el más glorioso para Carlos Cabezas: «Está grabado con fuego. Ganar la Liga con el equipo de tu ciudad y luego ganar el Mundial con España… fue espectacular e inolvidable, también las celebraciones en Japón. Teníamos nuestro club de la pocha, muy divertido como Felipe entraba a todo por ejemplo. Hay anécdotas muy divertidas de aquello. Llevábamos juntos unos doce años antes de ir a Japón, nos conocíamos muchísimo. Mantenemos un grupo de WhatsApp aún».

Alguna espinita clavada: «Me quedan unos Juegos Olímpicos. Me he quedado fuera varias veces, alguna incluso algo sospechosa. Alguna vez lo he contado. Y después dar el salto de la NBA. Me acuerdo que estuve en algún campus entrenando, incluso me reuní unos días en Málaga con Orlando Magic, pero ya es pasado. Por suerte he podido disfrutar de un montón de experiencias positivas».

El salto al primer equipo: «Cuando eres junior y vas al primer equipo, es muy fuerte ese paso. Creo que jugar en EBA y LEB Plata, puede ser algo bueno para los jugadores jóvenes, y que algunos lo puedan alternar con el primer equipo. Ese es el camino. Ojalá se pueda hacer. Tengo entendido que es una de las opciones para la temporada que viene».

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