La plantilla del Unicaja ya está definida, solo con el aliciente de que sea oficial el fichaje de Tyson Carter. La llegada del Melvin Ejim es oficial, mientras que la del estadounidense debería ser una realidad próximamente, el que ponga el broche. La primera incorporación del verano fue Kendrick Perry, ya queda lejos por toda la actividad de estas semanas. Con el estadounidense ha habido un cambio de planes en Los Guindos: el ex de Budocnost será el sustituto natural de Alberto Díaz en el puesto de ‘1’, el único base puro de la nueva estructura cajista.
La idea del Unicaja era firmar otro base, pero el mercado dejó a los verdes sin una oportunidad lo suficientemente interesante como para lanzarse. El ‘no’ de Bruno Fitipaldo marcó un nuevo rumbo en Los Guindos: buscar un segundo ‘combo’, perfil que abunda en el baloncesto europeo. La polivalencia de la que se ha dotado a la plantilla permite a Ibon Navarro un sinfín de variables.
Quizás es la gran duda de la nueva confección de la plantilla cajista: si el Unicaja puede acusar a largo plazo el no tener otro director de orquesta. Tanto Kendrick Perry como Tyson Carter son jugadores que tienen condiciones para dirigir, pero en el horizonte asoma ese cliché ya manido que ha rodeado al Unicaja en los últimos meses: la repetición de cromos. En el club malagueño han llevado a rajatabla el incorporar jugadores polivalentes, del primero al último. Veremos cómo se las ingenia Ibon Navarro para repartir los minutos en la posición de base.
Es una situación algo peculiar porque el Unicaja tiene muchos jugadores, también Brizuela, con la capacidad de subir la pelota. El vasco ya ejerció esa función hace unos meses con la baja de Jaime Fernández, incluso Juanma Rodríguez ensalzó esta versión del donostiarra menos egoísta. Temporada también muy importante la que se le avecina al alero.
