Al Unicaja se le quedó grande el escenario en Vitoria, al igual que el Olimpic de Badalona, donde el equipo se desmoronó. Ante la dificultad de cualquier cancha en ACB, son las dos salidas importantes en los dos primeros meses de competición. Por suerte, no se ha fallado cuando no se debía. En cambio, se cumplieron, desgraciadamente, los pronósticos ante los gallos de la competición. El arranque de temporada es prometedor, gusta lo que se ve, prueba de ello es la respuesta de un Carpena cada vez más Carpena. Pero hay sector un sector aún escéptico, normal, porque muchos acabaron traumatizados después de la 21/22.
La clasificación para la Copa te la va a dar partidos como el de Santiago o Girona; citas donde sobre el papel el equipo verde debe imponerse. No obstante, es necesaria una prueba de primer nivel para calibrar el potencial de este Unicaja. Y de paso sorprender en una plaza importante de la competición. La primera oportunidad es La Fonteta este fin de semana ante un Valencia Basket que empieza a generar dudas, acentuadas por las derrotas frente a Lenovo Tenerife y Real Madrid en cuatro días. En el próximo mes y medio, el Unicaja también viajará al Palau (18 de diciembre) y al Santiago Martín de Tenerife (8 de enero). La película puede ser muy distinta por entonces.
Por buscar referencias, los canarios, líderes de la competición con un balance de 7-1, se impusieron en Vitoria hace unas semanas (79-85), ganaron el derbi en Las Palmas (70-86); entre otras victorias de prestigio. El Gran Canaria, rival directo del Unicaja, sorprendió al Barca en la primera jornada; al igual que el Joventut el pasado domingo. Al conjunto malagueño le falta, para rozar el sobresaliente, sumarse a este club de ‘matagigantes’.
El equipo malagueño se ha ganado con creces el crédito. Son 10 victorias y 3 derrotas juntando toda la BCL. Sin embargo, ninguna, salvo con el Granca, es contra un rival que aspira como mínimo a las mismas cotas. El Unicaja necesita ese espaldarazo, la asignatura pendiente. También consciente de dónde se viene, además de la dificultad que supone. Una cuestión de prestigio.