Nueva entrega de ‘Marca Basket, 40 años en verde y morado’, patrocinada por la Fundación Unicaja. Alvaro Folgueiras, una de las grandes perlas en la cantera cajista, se marcha a Estados Unidos, en concreto a la DMA Academy de Florida; paso similar al que dieron Francis Alonso o Rubén Guerrero en su día. El reciente subcampeón del mundo sub-17 pasa por el micrófono rojo de Radio Marca Málaga.
Asimilando aún la medalla de plata: «Fue una experiencia brutal, y que me llevo en la mochila, un orgullo. Ver todo un Carpena lleno, tanto en la semifinal como en la final, alentándote en todo momento; y también haber representado al país y a tu ciudad, de esa forma tan fructífera, me hace estar muy orgulloso y más motivado para trabajar. Solo quiero seguir ofreciendo ese nivel deportivo. Han sido unos días muy especiales».
Un campeonato de menos a más: «El mensaje tras perder contra Lituania era muy claro: ‘esto es cómo acaba’. Y viendo las estadísticas coincidíamos en que éramos capaces de hacer grandes cosas. Aquello fue un bache y por suerte pudimos reponernos. Fuimos creciendo con el paso de los días. Nunca hablamos de favoritismos. Había que demostrar cada minutos que éramos superiores en la pista, y creo que fuimos capaces de hacerlo».
Jugar una final en el Carpena: «Tras ganar a Francia en semifinales, de una forma tan efusiva y con ese parcial tan espectacular (22-5), fue un subidón para todo el equipo. Insistimos en descansar y prepararnos para el día siguiente, al final estábamos aún en competición, pero éramos todos conscientes que eso ya era un logro importante para nosotros y la selección».
Marcha a Estados Unidos: «No ha sido fácil cambiar el entorno donde te has estado moviendo toda la vida: el club, la ciudad, etc. Sobre todo la familia y en concreto mi hermana que solo tiene dos años… no va a ser fácil. Pero este cambio es con visión a mejor, y claro que cuesta. Es una nueva cultura y un idioma distinto. Supongo que el comienzo no va a ser fácil, pero allí tengo una organización de muchísimo nivel y espero entender el idioma del baloncesto, que es universal. Mi misión es pasar un año allí y luego ver qué nos depara el futuro».
Una vocación en mente: «Todo mi entorno me insiste que tengo que estudiar sí o sí. Lo que mas me gusta es el deporte y seguir enganchado al baloncesto… algo relacionado si puede ser. Me encanta la psicología. Lo mismo vemos a un coach Folgueiras (risas)».
Francis Alonso y Rubén Guerrero: «He hablado con ambos y me han dicho que va a ser una experiencia brutal, y que me va a ayudar a crecer como jugador. Son un claro ejemplo de chavales que se ha ido para buscar un mejor futuro, y a base de futuro y valentía, han conseguido hacerse hueco en una competición tan difícil como la ACB«.
Fichajes del Unicaja: «Algunos son muy interesantes. Creo que hay una plantilla muy completa, con jugadores como Will Thomas, Melvin Ejim, Kravish o Perry. Son jugadores muy interesantes y creo que pueden aportar muchísimo al club. Desde la lejanía seré el primero en apoyar al club de mi infancia y el que me lo ha dado todo. Tengo esperanza e ilusión de cara a la próxima temporada».
Rutina antes de un partido: «No soy muy de supersticioso. Más allá de no ponerme el cubre nunca, que es una pelea que tengo con mis compañeros. Lo hago por estar más cómodo y calentar tal y como voy a jugar el partido. También ponerme las botas lo más próximo posible a salir a calentar; solo esas dos manías».
