El Unicaja dará salida a gran parte de los jugadores españoles que han vestido la camiseta verde y morada en las últimas temporadas. Siete en una plantilla de doce, demasiados para el baloncesto actual, y además de un perfil similar varios de ellos. En Los Guindos son conscientes que ha sido un error esa filosofía de aglutinar tanto talento nacional; equipos como BAXI Manresa o UCAM Murcia son el polo opuesto y el resultado no ha podido ser mejor, o el propio Río Breogán, entre muchos otros. El conjunto malagueño dirá adiós al producto nacional, tampoco en materia de llegadas, tal y como dejó caer López Nieto el pasado miércoles.
«Vamos a trabajar en esa línea para que el proyecto sea genérico, con los jugadores que se necesitan, independientemente de su nacionalidad«, apuntillaba el presidente en la sala de prensa del Carpena. De esos siete jugadores, cuatro acaban su vinculación con Los Guindos: Carlos Suárez, Francis Alonso, Rubén Guerrero y Jaime Fernández. Un póker que apunta a decir adiós la entidad, aunque la dirección deportiva se tomará unos días para hacer los deberes. Teniendo en cuenta que el propio López Nieto reconocía que se iban a abordar «8 o 9 fichajes», todo hace indicar que el Unicaja dará salida a estas piezas, salvo que haya un giro de guion en la planificación; aún con la cuestión de Europa aún por resolver.
Los tres restantes, dos de ellos son intocables: Alberto Díaz y Jonathan Barreiro. El caso restante es el de Darío Brizuela. El club espera ofertas por el alero donostiarra, tal y como apunto este medio en la tarde de ayer. Nadie duda del talento de ex de Estudiantes; pero hay dudas de si es compatible su perfil con los nuevos jugadores que van a llegar a Málaga en las próximas semanas. Su salida dependerá si es una propuesta que pueda satisfacer al conjunto malagueño.