Rayo Vallecano y Málaga firmaron las tablas en un partido en el que hubo una parte para cada uno. En la primera, el cuadro de Jémez arrebató la bola a su rival y llegó con peligro a la portería de Munir. En la segunda, el equipo malacitano adelantó líneas y supo leer un partido que no peligró salvo en los minutos finales. Las notas positivas fueron, una vez más, la defensa, con Juande a la cabeza, y un Buenacasa que cuajó un papel interesante descongestionando el ataque del equipo en el segundo tiempo. El punto deja el descenso a cuatro puntos, unas tablas que valen tanto al Rayo como al Málaga.
El Rayo salió a intimidar en los primeros minutos de partido y vaya si lo logró. El primer susto del partido llegó a balón parado en la cabeza de Catena. El central rayista rozó el tanto en un saque de esquina en el que ganó la partida a la defensa blanquiazul. El conjunto de Jémez robó la pelota a los boquerones desde el principio dificultando mucho la aparición de Keidi y Ramón en la salida de balón. Trejo volvía avisar en una jugada esperpéntica en la que el Málaga perdió la pelota en la frontal del área hasta en tres ocasiones.
La presión del Rayo se notaba
El único peligro del Málaga eran los pases largos para la responsabilidad de Tete Morente, muy solo arriba. De Frutos probó a Munir que respondió con los puños a su lanzamiento lejano. Con el paso de los minutos el equipo costasoleño se fue asentando en el terreno de juego. Juande, Diego y Lombán mantenían la línea con más facilidad. Fue precisamente el asturiano el que realizó el primer disparo a puerta de los malaguistas en un cabezazo que atajó Dimitrievski. Pellicer pedía más a los suyos en el tiempo de hidratación y un minuto después era amonestado por Trujillo Suárez por protestar una jugada.
El Málaga solo asustaba gracias a los saques de esquina. El Rayo era tímidamente superior y de vez en cuando Advíncula aparecía con velocidad por el área de Munir. La mejoría boquerona fue leve y con eso valió para llegar al descanso. Un partido nada bronco donde el colegiado mostró nada más y nada menos que cinco cartulinas amarillas, una más para el Rayo.
En la segunda parte, Pellicer dio entrada a Benkhemassa por Ramón. El canterano no pudo brillar entre tanto pelotazo. El Málaga avisó al Rayo en una jugada solo apta para los listos de la clase. Lombán lanzó con rapidez un balón a Cifu, desde casi el área blanquiazul, que el de Granada rozó con la cabeza para que su bola casi besará el palo izquierdo ante la salida en falso de Dimitrievski. El lateral era la referencia de un equipo que poco a poco iba creyéndoselo en Vallecas.
El regreso de Cristo y una buena segunda parte
Fue De Frutos quién metió aprovechando un rechace en la frontal pero su tiro salió desviado cuando parecía tenerlo todo de cara. El Málaga daba de su medicina a los de Jémez. Los de La Rosaleda se mostraban agresivos y robaban la bola con frecuencia. Para buscar ese último pase, Pellicer metió a Juanpi por Renato. El portugués muy desdibujado y fuera de sitio apenas aportó. Buenacasa volvió a probar al meta macedonio con un cabezazo que obligó a trabajar a Dimitrievski. Los de Pellicer pisaban cada vez más el campo rival con peligro.
Tras la pausa para hidratarse llegó la mejor del Rayo en el segundo tiempo. Mario Suárez, solo en al área pequeña, no fue capaz de golpear la bola ante un Munir vendido. Otra vez a balón parado rozó el gol el cuadro madrileño. Saveljich cabeceó a bocajarro a un metro de Munir en otro serio aviso. Pellicer introdujo a Rolón y Cristo, que reapareció desde octubre. Qasmi casi la cuela sin ángulo en otra buena intervención de Munir a cinco minutos del final. El Málaga daba por bueno el empate y el Rayo pisaba un poco el acelerador. Ismael Casas por Cifu, para refrescar, fue el último cambio de Pellicer. El punto no sabe mal a un Málaga que sufrió un poco al final pero que ya ve el descenso a cuatro. Unas tablas que valen tanto al Rayo como al Málaga.