La noticia de la llegada de un administrador judicial al club sentó muy mal al hasta ahora director general y apoderado del Málaga y de Al Thani, Richard Shaheen. El directivo americano ya sabe que su cese es inmediato en el momento en el que tome posesión de su cargo el nuevo responsable de la gestión.
Según ha podido saber este periódico, su enfado fue mayúsculo. Tanto que incluso en un principio avisó a sus más cercanos con no dejar pasar al nuevo responsable del club en cuanto este quisiera entrar por las oficinas de La Rosaleda. También amenazó con despedir a varios empleados a modo de represalia, si bien le tuvieron que parar los pies haciéndole ver que ya no había marcha atrás y que sus poderes iban a ser revocados más pronto que tarde.