Se acaban las oportunidades. Y ojo que esta que aparece a las 21.45 horas de este sábado es extraordinaria. El Málaga recibe al Extremadura en La Rosaleda sabiendo que la victoria es innegociable, imprescindible y de un valor incalculable. Ganando casi pueden dar por eliminados a los azulgranas como rival directo por la permanencia. Serían ya 10 puntos los que le sacarían de ventaja. Palabras mayores con 24 en juego.
Pero a pesar de que los extremeños sean penúltimos, la realidad es que en los últimos duelos directos siempre ha puesto en dificultades a los blanquiazules. Así lo reconoció Adrián. Y también llegan sabiendo que no les vale otra cosa que sumar los tres puntos. Y que el Málaga ha perdido los dos últimos choques como local. De perdidos al río.
Pellicer tendrá que lidiar con la ansiedad de sólo haber sumado un empate tras la reanudación. Y con el cansancio de unos jugadores a los que casi no puede dar descanso por culpa de las escasas fichas profesionales de las que dispone y del límite de filiales. Las lesiones y la sanción de Keidi pueden hacer que cambie un tanto su idea.
Ahí, Juanpi podría acompañar a Adrián con Luis Muñoz sólo como pivote defensivo. El malagueño se encuentra mejor solo en esa zona que con el albanés. Al menos, eso parece con su rendimiento. Esta modificación dejaría la banda derecha con candidatos como Hicham y Renato. Más opciones para el marroquí porque sin Keidi se libera una ficha no profesional. Y también porque el portugués no da ningún paso adelante cuando sale como revulsivo -sic-.
No cabe otra que ganar, ni para Málaga ni para Extremadura. Cualquier otro resultado será catastrófico para sus intereses. Y la Liga no dura eternamente. Al contrario.
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