Que el año del Malaga ha sido complicado desde el punto de vista de la enfermería no es ningún secreto. La plantilla corta, las lesiones, el coronavirus y la vuelta a la competición con partidos cada tres y cuatro días ha elevado el nivel de exigencia un poco más si cabe. En ese apartado, el club de Martiricos tiene que buscar una solución para la próxima campaña. La relación entre la plantilla y Daniel Rosado no es la mejor. Algo que puede repercutir en unos jugadores que siempre buscan una segunda opinión tras pasar por el despacho del médico del primer equipo.
No es casualidad. Daniel Rosado ha cometido algunos errores a la hora de diagnosticar que ha hecho que los futbolistas boquerones hayan perdido la confianza en él. Uno de los casos es el que ya fue publicado en este medio con Dani Pacheco. El de Pizarra, ahora operado por Cugat en Barcelona, sigue recuperándose de una lesión en el talón que en La Rosaleda le dijeron que estaba solo en su cabeza, es decir, que era psicológica.
El último caso que ha podido conocer Radio MARCA Málaga es el de Luis Hernández. El madrileño se perdió el final de temporada. El central solo pudo jugar ocho minutos ante el Extremadura después que el fútbol volviese tras la Covid-19. Unos minutos que ni siquiera tendría que haber jugado y que le provocaron una recaída que le dejó en el dique seco las últimas seis jornadas. El zaguero tenía diagnosticado una tendinopatía del psoas ilíaco en su pierna derecha. Recibió el alta médica y a los pocos días volvió a caer lesionado con más virulencia.
Una segunda opinión para la lesión de Luis Hernández
Luis Hernández, que buscó una segunda opinión en su entorno cercano, se encontró con la sorpresa de que tenía dos roturas que no le habían sido comunicadas en la enfermería de La Rosaleda. Otro ejemplo más del lío que hay con el galeno esta campaña. Un Daniel Rosado que no tiene asegurada su continuidad en el Málaga pese a moverse bien por la zona noble del club.
