Desde poco antes de las nueve de de la mañana de este miércoles, La Rosaleda ha ido recobrando su actividad normal con la llegada de los jugadores del Málaga y del cuerpo técnico con Pellicer al frente. Será un contínuo ir y venir de futbolistas, los 30 elegidos, que deberán repartirse estos primeros días de trabajo individual en distintos horarios. Siempre, claro está, que los tests médicos den negativo.
Y tal y como había indicado el técnico sanitario contratado por LaLiga para asegurar que las instalaciones reúnen todos los requisitos para poder llevar a cabo la actividad deportiva sin comprometer la salud de nadie, lo primero que han hecho todos es cumplir con las normas.
Al entrar en el estadio, hay que bajar del coche y utilizar el gel desinfectante de manos para volver a entrar en el vehículo y dejarlo aparcado. Luego, pruebas dobles para comprobar que no tienen el coronavirus. Resultados que llegarán en 48 horas aproximadamente y que determinarán si el futbolista puede entrenar o no.
A la espera de ello, La Rosaleda, al menos, ha mostrado una imagen más optimista con la llegada de los jugadores y entrenadores del Málaga. Poco a poco, parece que el proceso hacia la normalidad avanza.