La medicina a esta pandemia es el balón. Al menos para los futbolistas. Los del Málaga llevan varios días disfrutando de lo que más anhelaban. A pesar de entrenar de manera individual, la felicidad de pisar el césped se palpa en las caras y declaraciones de los jugadores. Pero ese sentimiento será efímero. El objetivo del Club y, por ende, de la plantilla, la permanencia, es demasiado trascendente como para no pensar en el desde el minuto uno. Este es el objetivo grupal.
El individual, el de cada jugador, es convencer a Pellicer para partir como titular. Todos empiezan de cero a pesar de las calificaciones antes del Coronavirus. En esa pelea sana por un puesto, existe uno en concreto que promete una disputa especial por el nivel tan parejo de ambos.
Es el lateral diestro con Cifu e Ismael como protagonistas principales. El canterano blanquiazul le había comido la tostada en el último tramo de competición al granadino, pero eso es agua pasada. «Ahora tengo que esperar mi momento», afirmaba en una entrevista en Radio Marca Málaga. Y el momento ha llegado.
Por fortuna para Pellicer y el Málaga, el gran nivel de ambos y la competitividad entre ellos para ser titular aumentará sin duda la calidad del equipo en la vuelta a la competición.
