Julen Lobete está siendo, junto a Luismi Sánchez, el fichaje del Málaga CF en esta temporada que mejor rendimiento está teniendo. Además de consolidarse en los últimos onces titulares de Sergio Pellicer como mediapunta. El de Lezo está de dulce y solo una mejora en las estadísticas goleadoras subiría su nota a sobresaliente en estos últimos meses, coincidiendo con el final del pirmer tramo del curso. Sin embargo, Lobete no tuvo un buen arranque en Martiricos. Su primer diagnóstico grave después de sus problemas físicos en el partido de la jornada 2 ante el Mirandés pronosticaba que estaría volviendo a ejercitarse con sus compañeros en este mes de enero. Algo que incluso provocó la incorporación de Yanis Rahmani. Un tema que afectó psicológicamente al jugador. Pero, afortunadamente, todo quedó en un susto. Aun así, le costó entrar en dinámica y una conversación con Pellicer cambio su rumbo, transformándolo en el gran rendimiento deportivo que está demostrando actualmente.
El inicio de Julen Lobete como jugador malaguista no fue nada positivo. En Ferrol tuvo su debut oficial, contando con solo 13 minutos y tras los problemas en el pie después del partido del Mirandés, Lobete no reapareció hasta la jornada 6 en Los Cármenes. No fue titular hasta el choque contra el Tenerife, pero unas semanas antes este tocó fondo. Así lo reconoció en la entrevista exclusiva concedida a Radio MARCA Málaga el pasado miércoles.
Lobete se quedó fuera de la convocatoria para el encuentro de la jornada 8 en Riazor. Fue aquí cuando un cara a cara con Pellicer le hizo cambiar de dinámica: “Soy un tío al que le gusta hablar y soy súper cachondo en el grupo. Pellicer me dijo que se me notaba mucho cuando estoy triste, enfadado o contento. Cambian mucho mis estados de ánimo, depende de cómo estés con el grupo. Hubo un momento que igual no hacía tantas bromas y él lo capta bien. Como un policía que está ahí pendiente. Me dijo que fuese yo y no me rayase por nada. En el partido del Dépor me quedé desconvocado y hablé con él. Salí muy contento con su charla y me encantó. Me dijo todo a la cara y necesitaba hablarlo. Si lo llego a esconder todo, quizá no jugaría como lo estoy haciendo ahora”.
Posteriormente, poco a poco fueron mejorando las actuaciones de un Lobete cuyas expectativas con su fichaje entre el malaguismo eran muy altas. Una incorporación en la cual el de Nules fue relevante, llegando hasta tener un pequeño pique con el representante del jugador: «Hice una reunión con Loren y Pellicer. Hubo un pique entre mi representante y Pellicer. Dijo algo que le sentó un poco mal. No lo recuerdo bien. Salí de esa reunión creyendo que no me iban a firmar. Pero al final de la charla todo salió super bien».
Esto demuestra la estrecha relación que el de Nules mantiene con sus futbolistas. Siendo uno más, con total transparencia y el principal culpable del buen ambiente que existe en el actual vestuario del equipo blanquiazul. “Es la espontaneidad. Cuestión de pureza y de bondad. Soy el entrenador, pero también somos personas. Cuando yo no esté aquí, espero que pueda estar con ellos, comer y hablar un poco de todo. Ellos son jugadores y son unos privilegiados. Aunque tienen que cuidarse mucho y quitarle mucho tiempo a su gente. Yo, muchas veces, tengo aquí una postura más seria, pero a mí también me va la marcha. Incluso jugadores que no juegan habitualmente. Todos lo han entendido. No todo es color de rosa. Hay que estar siempre con el gancho«, declaraba Pellicer en rueda de prensa este jueves sobre la clave de dicha buena sintonía entre la plantilla.