Hay jugadores que dejan huella allá donde juegan. Es el caso del ‘tiburón’ Blanco Leschuk en el Málaga CF. El primer delantero que tuvo el Málaga en su regreso a Segunda vuelve de nuevo a cruzarse en el camino. El de Mendoza dejó buenos recuerdos en la Costa del Sol en un curso algo turbulento. Un curso en el que anotó nueve goles y dio nueve asistencias con las casaca boquerona. Tras su regreso a una Rosaleda vacía, Leschuk vuelve a medirse contra el Málaga en un partido en el que los malacitanos buscan los euros de la clasificación y su equipo, el Oviedo, busca la permanencia y la tierra prometida de los 50 puntos.
Antes de nada, hay que decir que la temporada del ariete argentino ha sido más bien discreta. El delantero necesito que pasasen varias jornadas para hacerse con la titularidad tras su fichaje tardío. Tras cuatro goles en la primera vuelta, todo parecía de cara para que llegase de nuevo a las cifras que consiguió de la mano de Juan Ramón López Muñiz en Martiricos. En la segunda mitad del curso solo ha conseguid hacer un gol. Fue en la jornada 32 ante el Alcorcón. Esa falta de olfato le ha dejado sin la titularidad indiscutible.
Además, el tiburón no completa un partido desde la primera semana de abril. Su visita a La Rosaleda se saldó con cero disparos a puerta y con su equipo salvando un punto injusto tras una decisión muy polémica en la recta final del partido. La ley del ex ha estado muy presente en el Málaga está temporada. Adrián, Antoñín, Mula… son claros ejemplos de que este equipo sufre cuando juega contra ex jugadores. Vuelve el tiburón Blanco Leschuk a cruzarse con el Málaga. Un jugador que trae buenos recuerdos. Recuerdos de un año en el que los malaguistas debieron volver a Primera para no meterse en todo el lío que llegó después.
