Las sensaciones de las ‘Guerreras’, más allá del resultado, fueron mucho mejores que las ofrecidas durante la jornada inaugural ante Suecia. Tras aquella derrota, la victoria se antojaba vital ante una la potente Francia.
La intensidad ofensiva de las españoles estuvo a la altura de las mejores tardes. Sabían que Francia buscaba el pivote y por eso buscaron las nuestras una estrategia de 6-0 para cerrar a la pivote. En la parcela ofensiva, las de Carlos Viver intentaron buscar la mejor opción a la hora de correr cuando tocaba hacer la contra.
Así, pese a ir durante toda la primera mitad por debajo en el marcador, se llegó al descanso con un empate merecido. El buen acierto rematador del último tramo, donde se hicieron seis tantos en 10 minutos, lo permitió. Fueron de menos a más.
España, que tenía ante sí a una de las grandes candidatas al oro, dio la cara durante toda la noche japonesa en el Yoyogui. Las francesas, un grupo físico que cimenta su fortaleza en la defensa, se vio desbordada por momentos por unas ‘Guerreras’ que supieron sacar petróleo gracias al lanzamiento exterior y las penetraciones de sus atacantes. El porcentaje de acierto mejoró sobremanera respecto a lo de Suecia.
En los instantes finales España apretó todavía más en defensa para aguantar las acometidas del equipo galo. Francia terminó claudicando ante el buen hacer de unas Guerreras que tuvieron que sacar todo su carácter para terminar imponiéndose por 25-28.