El Club Waterpolo Málaga Inacua se quedó con un sabor agridulce en el Día de Andalucía, al no poder cerrar ese día tan especial con victoria, en su compromiso del Grupo B de la Primera Nacional de waterpolo, ante el Claret Askartza de Bilbao.
Un partido muy ajustado (8-8), en el que predominaron las defensas, los golazos y las jugadas sorprendentes. Por ejemplo, tras dos goles, uno por cada lado, en el primer minuto de juego; luego llegaron una serie de imprecisiones en ataque, que se extendieron durante todo el duelo. Las combinaciones de cara a portería no terminaban de fraguar y las tácticas, los robos y blocajes en defensa se iban imponiendo.
Los vascos basaron su estrategia en descolgar casi siempre un jugador en ataque, para aprovechar su buena capacidad de contragolpe. Eso hacía que los malagueños no pudieran atacar con todo, y que siempre hubiera que tener un ‘ojo en la nuca’ para evitar las transiciones rápidas y los ‘mano a mano’ con el portero.
Nadir Real, con dos expulsiones y dos goles, en el primer tiempo, fue uno de los jugadores más activos. En un ataque vinculado a las jugadas a la boya que, en su mayoría, terminaban en conexión, pero no en gol. Al descanso 4-3, siempre con cortas ventajas en el luminoso.
El tercer cuarto fue de lo más extraño, con jugadas en ataque que parecían que iban a terminar con el tiempo de posesión y que acababan en gol con tiros lejanos. También en ese periodo se produjo la distancia más grande en el marcador hasta el momento (+2 para los malagueños), y el parcial más vertiginoso del duelo (0-3 para los vascos).
A falta de 12 segundos para el final, esa jugada controvertida, con una acción no pitada a favor de los malagueños en el área rival; además de una falta reclamada en la transición a defensa, dejó un mano a mano del visitante Iván Becerra contra el guardamente Jaime Cisneros, que cerró el 8-8 final.
Los goleadores locales fueron Nadir Real (3), Petre, Sito (3) y Samu, para unos parciales de 1-1, 3-2, 2-3 y 2-2.
