Escribo estas líneas cuando este 20 de febrero de 2020, histórico para el Málaga CF y su futuro, está a punto de decir adiós. Un día emocionante de radio y veracidad, que pone por fin en su sitio al tirano presidente Al-Thani. Después de años en los que la jueza ve indicios del desfalco económico que este y su familia estaban cometiendo, denunciado desde el primer momento por Radio MARCA Málaga, Al-Thani, ni nadie de su oscuro entorno, podrá meter sus manos en las cuentas del club de Martiricos.
Gana la verdad, gana el Málaga y su afición y pierde Al-Thani. Es imposible ser malaguista y no emocionarse ante tal noticia. Millones de euros los que el máximo accionista del equipo ha estado sacando del club utilizando al equipo malaguista como su banco particular. Amenazas, hermetismo, mentiras e intimidación. Esos han sido los métodos de un Consejo de Administración que queda apartado de la gestión blanquiazul los próximos seis meses, ojalá sea para siempre.
Personalmente, tener esta opinión y haber compartido, junto a TODOS mis compañeros de esta casa, una lucha incansable por la búsqueda de la verdad, no nos ha salido gratis. Insultos, amenazas, linchamientos públicos formaron parte de una caza de brujas que, al igual que todos los miembros de esta emisora, me tocó vivir en primera persona. No ha sido fácil pero mirando atrás me siento muy orgulloso. Ahora espero que todo vaya a mejor. El posible descenso administrativo del club se ve hoy menos gris, estamos más cerca de la meta. Mención aparte para los amigos de la APA, en los que muy poca gente creyó, y los grandes ganadores de esta batalla.
Es el turno para que todas las tropelías, las que se saben y las que quedan por salir, desfilen ante los ojos de una afición que debe, ahora más que nunca, volcarse con los suyos. Ha comenzado el principio del fin de la pesadilla. El Málaga ya no está secuestrado. Es el momento de celebrar, de sonreír y de mirar al futuro con ilusión. Ojalá con un malaguismo unido y con proyecto que lleve al club a Primera, de donde nunca debió salir. Solo hay dos errores en el camino hacia la verdad: no empezar y no llegar hasta el final. Por lo tanto, hasta el final iremos.
pero ahora estoy seguro que los costes los pagara el ,