«¡Forza Málaga, Aleaé Aleó!»

Título este Con Rigor con el cántico que más me gusta de los que corea la grada de La Rosaleda y que, da la casualidad, representó la comunión equipo – afición al término del partido contra el Ibiza ¡Forza Málaga, Aleaé Aleó!. No hace falta más letra para expresar un sentimiento. A día de hoy, los resultados avalan el trabajo del equipo con Sergio Pellicer al frente, y han servido para devolver la ilusión al malaguismo después del ‘desastre de Melilla’ que se ha convertido en un punto de inflexión. Ahora mismo, sin lanzar las campanas al vuelo, el Málaga es de los equipos que luchan por el ascenso de este Grupo 2, el equipo que marca línea ascendente obligado a confirmar cada jornada. El próximo examen se presentará en el difícil campo del Sanluqueño, y así será hasta el final de la temporada.

Hay que seguir remando duro para llegar a buen puerto. En cuanto al partido frente al Ibiza, con una Rosaleda prácticamente llena (aunque los tornos nunca darán cifras que nos convenzan), y con el ambiente como el de las grandes citas, el Málaga juega con ventaja en su condición de local, pero luego sus jugadores tienen que demostrarlo en el césped, y por fortuna lo consiguieron frente a un rival directo. Quisiera centrarme en la figura de un jugador en concreto, aunque todos los que participaron merezcan una nota alta. Después de un periodo en el rincón de pensar, Kevin volvió a ser determinante. El del Llano de la Trinidad tiene que pisar el área, no perderse en caracoleos innecesarios en medio campo, no es la primera vez que lo digo en estos Con Rigor.

Nadie puede dudar del esfuerzo que el jugador realiza, con un desgaste físico tremendo con las ayudas en defensa, pero los regates en zonas alejadas de la portería contraria conllevan posibles pérdidas peligrosas o entradas de los defensores contrarios que ponen en peligro su integridad física. Cuando Kevin pisa el área, como delantero habilidoso que es y con el balón en sus pies, algo suele pasar, y esta vez fue un penalti que valió una victoria. Este es el Kevin que necesita el Málaga. Por otra parte, no suelo hablar de los árbitros porque me parece una excusa que, puntualmente, emplean los equipos para distraer la atención cuando las cosas no les van bien. Dicho esto, el colegiado Díaz Escudero evidenció que el partido le vino muy grande. Lo del penalti (o no) a favor del Málaga es una circunstancia que tiene que decidirse y sin VAR en una décima de segundo, pero su escasa personalidad y el incomprensible rasero para mostrar las tarjetas no le hacen digno a un partido de esta importancia.

Acabo haciendo mención al fútbol base y a la polémica suscitada con el AD Malaka por su decisión de ceder al Real Betis sus instalaciones para que éste realizara un campus en nuestra ciudad, evento que, definitivamente, ha sido suspendido. El Malaka, como todos los clubes modestos, tiene que buscar recursos económicos para hacer frente a los elevados costes con 32 equipos en su organigrama y cientos de chicos y chicas jugando al fútbol, por eso lo de este campus. Quien busque otros argumentos, se confunde y cada cual que se gaste su dinero en el campus que le dé la gana.

Otra cuestión, el Málaga CF debería de una vez por todas, mejorar sus relaciones con todos los clubes de fútbol base de la ciudad y provincia, un mal que persiste históricamente. Todos sabemos que la situación económica del Málaga CF es delicada, pero hay detalles que no cuestan dinero y que estrecharían vínculos con el fútbol base. ¿Tanto cuesta que se organice que los chavales de los equipos de barrio tengan un día al año la posibilidad de compartir unos minutos con algún jugador del primer equipo malaguista, o que el entrenador del Málaga ofrezca una charla con los entrenadores de los equipos de fútbol base para transmitir conocimientos y experiencias? Simples gestos que valen más que lo económico para fomentar el malaguismo.

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga