Otra vez sin anotar gol. Otra vez sin ver puerta. El Málaga se marcha de Oviedo sin perforar la meta rival. Una sequía que se vuelve tendencia. Son siete jornadas de las doce disputadas en las que los blanquiazules no han sabido encontrar el camino. Un 41% de encuentros sin el acierto final. Nueve goles en cinco partidos. Mirandés (3), Albacete (1), Tenerife (1), Villarreal B (1) y Lugo (3).
Los números son preocupantes. Más si cabe cuando el año pasado, los de Martiricos acabaron con 36 goles. La peor cifra anotadora de toda LaLiga SmartBank. Manolo Gaspar quiso buscar la solución en verano. Firmó a Rubén Castro y a Fran Sol. Más de 20 goles del canario en las sus dos últimas temporadas y cinco del madrileño. Credenciales en la teoría, pero en la práctica, la sequía goleadora del Málaga se vuelve tendencia. Con José Alberto, el curso pasado a estas alturas del campeonato, los blanquiazules sumaban diez goles por los siete de esta temporada y solo se quedaron cuatro jornadas sin ver puerta.
En esta temporada, El Málaga en siete fechas de las doce en curso no ha sabido anotar. Los problemas ofensivos aparecen a la hora de elaborar jugadas y también de cristalizarlas. Una falta de contundencia palpable y que deja en serios problemas a los blanquiazules.
Ni con Guede en tres ocasiones, ni ahora con Pepe Mel en cuatro envites anotó gol. De momento, solo el ‘pichichi’ del equipo responde a las expectativas siempre y cuando le llegan balones. Tres dianas para Rubén Castro y uno para un Fran Sol, perdido y que en ocasiones ha visto relegado su puesto por el canterano Loren Zúñiga.
