Francisco Portillo se llevó todos los focos en la victoria del Almería en La Rosaleda. El paleño, criado en la cantera blanquiazul, emigró allá por el 2014. Ocho años después, el malaguismo no olvida el papel del centrocampista, ligada a la época más gloriosa del club, del que sería testigo, pero con un papel secundario. Una noche redonda para el talentoso jugador del Almería por varios motivos.
El ‘8’ del conjunto de Rubí puso en bandeja el tanto a Umar Sadiq, solo para poner la cabeza y mandar el balón al fondo de la red. Una gran jugada del malagueño decantó la balanza para los visitantes, echando por tierra las aspiraciones del cuadro de Natxo González. Conducción por el lateral del área, centro tocado al segundo palo y ahí estaba el punta nigeriano para dar los tres puntos al Almería.
Portillo era sustituido a diez minutos del final. Pese al nerviosismo en las gradas de La Rosaleda, ese varapalo emocional al avecinarse un nuevo tropiezo, el público le dedicó una atronadora ovación; incluso miles de aficionados se pusieron en pie para despedir al exmalaguista. El jugador agradeció el gesto de ‘su’ afición.
A sus 31 años, Portillo espera sumar el tercer ascenso en su carrera: con el Real Betis en el curso 14/15 y vistiendo la camiseta del Getafe dos cursos después. El Almería es colíder con 52 puntos.
